martes, 26 de diciembre de 2017

El pene amputado, ¿funciona después de reconstruido?

Si se logra un buen resultado de la cirugía, el paciente puede recuperar las funciones de su pene en alrededor de un 70 por ciento.
Esta intervención quirúrgica constituye un gran reto para los cirujanos debido a las complicaciones anatómicas que puedan surgir
Ya sea por una agresión, un accidente o por una enfermedad, la amputación del pene, es una situación dolorosa de manera física y mental que afectaría a cualquier hombre. Precisamente, en esta situación, se encuentra Samuel Ventura García, de 44 a quien su ex pareja le cortó el pene en una cabaña de Puerto Plata. Sin embargo, cirujanos y urólogos de la clínica Gregorio Hernández de esa provincia, lograron reconstruirle el órgano genital.
Este procedimiento le puede permitir al hombre volver a disfrutar de su vida sexual, pero con algunas diferencias porque según explican los médicos, en muchas ocasiones el pene no luce como algo real, lo que puede crear un problema psicológico al hombre e influir en su vida sexual.
Los hombres que sobreviven al dolor y trauma de tener su pene amputado, tienen esperanzas de recuperar su miembro, con técnicas médicas que permiten reconstruirlo.
Para los expertos la reconstrucción total de pene constituye un reto clínico y quirúrgico muy importante, debido a las múltiples alteraciones anatómicas que se pueden encontrar en estos pacientes, por lo cual el estudio detallado de cada uno de ellos permite el éxito en este tipo de reconstrucciones complejas, las cuales se realizan con técnicas microquirúrgicas para lograr resultados que sean aceptables no solo para quienes intervienen sino para los pacientes, que en algunas ocasiones enfrentan complicaciones de difícil manejo.
Robert Mejía Castillo, Cirujano Urólogo.
El cirujano urólogo del Centro de Obstetricia y Ginecología, Robert Mejía Castillo, explica que la efectividad de la reconstrucción de este órgano depende de que tan rápido se lleve el paciente al urólogo, y de la conservación del órgano en hielo.
Los pacientes más afortunados son aquellos a los que se le puede reinsertar el miembro amputado, 24 horas después haber sufrido el corte.
Incluso, para que el reimplante tenga éxito, hay otros factores que se toman en cuenta como el tipo de corte de la amputación, es decir, si es un corte limpio, ya que es más manejable que otra más traumática.
Por igual, Mejía Castillo sostiene que la destreza del médico es fundamental, y que este tenga los equipos microscópicos especiales para proceder a la cirugía.
Si esto se cumple, Mejía Castillo asegura que el pene puede volver a recuperarse en un 70 %, conservar su función sexual en un 80 %, y la sensibilidad en un 80 %, en algunos casos puede haber pérdida parcial del pene.
Cómo se realiza la cirugía
Para realizar el procedimiento, Mejía Castillo resalta que se necesita un equipo de cirugía microscópica y el personal adecuado; esta puede tener una duración aproximada de dos a tres horas.
Algunos estudios consideran que las nuevas técnicas de microcirugía permiten a los urólogos y andrólogos hacer reconstrucciones completas de pene a partir de tejidos que extraen del brazo o de la pierna del paciente. Con esta novedosa intervención el paciente recupera sus funciones sexuales, podría tener hijos si es fértil y miccionar de pie.
“El paciente se recupera rápido en una semana, y de inmediato puede empezar a ver los resultados, pero es a partir de los 45 días a dos meses que puede volver a tener relaciones sexuales”, comenta Mejía Castillo.
Para los especialistas este tipo de procedimiento quirúrgico es posible de distintas maneras. En general se debe tratar de reconstruir la uretra (por donde sale la orina), y la forma y la sensibilidad del pene. Esto solo es posible mediante el uso de colgajos cutáneos que llevan incorporadas arterias, venas y nervios, mediante técnicas de microcirugía. La situación para la reconstrucción suele ser favorable ya que el paciente conserva los cuerpos cavernosos, que ayudan a mantener la erección. Los colgajos se pueden utilizar incorporando además hueso, que unido a los remanentes de cuerpos cavernosos, puede lograr la recuperación para permitir la penetración sexual.
Después de la intervención, el paciente debe portar una sonda urinaria durante 12 a 15 días. Después la sonda se retira, aunque todavía pueden pasar unos días con manchado pequeños de sangre que provienen de la sutura de la uretra.
Resultados
El principal objetivo de la cirugía es lograr una buena cicatrización del pene con una cobertura duradera y estable en el tiempo. Es necesario conversar con el paciente acerca de la sensibilidad, puesto que los resultados de las distintas formas de reconstrucción son pobres en este aspecto. Una buena reconstrucción estética y funcional requiere de una adecuada cobertura cutánea y de un tejido bien irrigado (no irradiado), para llenar el espacio muerto dejado habitualmente tras la resección.
Antes de la cirugía los especialistas realizan un estudio sobre la anatomía del paciente.
Prótesis de pene
Una prótesis de pene, se realiza a través de una sola incisión que consta de tres componentes: varios cilindros eréctiles, un reservorio y una bomba hidráulica.
En condiciones normales, el cilindro está vacío y se asemeja a un pene en detumescencia, pero cuando se llena de suero se pone rígido y simula perfectamente una erección fisiológica. A dicho cilindro le llega el suero procedente de un reservorio que se implanta a través del orificio inguinal derecho. La bomba para trasladar el suero desde el reservorio al cilindro queda emplazada en el escroto. El paciente solo debe presionar esta bomba y consigue la erección.

Solución
Si la intervención no brinda al paciente los resultados esperados los expertos recomiendan el implante de prótesis, que le ayudará a tener erecciones.

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