El nuevo mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, subió hoy la rampa que conduce desde la calle hasta la primera planta del Palacio presidencial de Planalto aclamado por miles de personas poco después de jurar el cargo ante el Congreso.
En lo alto de la rampa era esperado por el presidente saliente, Michel Temer, quien le saludó al tiempo que Bolsonaro era ovacionado por una multitud congregada frente al Palacio y por otros cientos de dirigentes políticos e invitados que esperaban en el interior del recinto.
A su salida del Parlamento, el capitán de la reserva del Ejército pasó revista a las tropas de la guardia presidencial, lo que hizo por primera vez en su nueva condición de gobernante y de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Bolsonaro, acompañado por su vicepresidente, el general de la reserva Hamilton Mourao, cumplió así con las tradiciones políticas brasileñas, según las cuales el presidente jura ante el Congreso y luego se dirige al Palacio presidencial, al que ingresa por la rampa que simboliza la ascensión al poder de un nuevo gobernante.
Una vez en la sede del Gobierno, Bolsonaro recibió de manos de Temer la banda presidencial y se disponía a pronunciar un discurso en el llamado Parlatorio, una suerte de balcón del Palacio desde el que se dirigirá a las personas congregadas en las calles.
En su primer pronunciamiento como presidente, ante el Congreso, Bolsonaro reiteró algunas de las muchas promesas que hizo durante la campaña electoral y se comprometió a rescatar los "valores" más tradicionales de la sociedad y a "liberar a Brasil de las amarras ideológicas". DE EFE
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