La socialdemócrata y ex primera dama de Guatemala Sandra Torres y el aspirante de centroderecha Alejandro Giammattei son los dos candidatos que pelearán por la Presidencia del país en una segunda vuelta electoral, que se celebrará el 11 de agosto, después de una jornada con denuncias de fraude.
Los resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral, que tienen que ser ratificados por las entidades después de resolver las impugnaciones, muestran que con el 97 por ciento de las mesas escrutadas, Torres, de Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), fue la candidata más votada con un 25,67 por ciento de los votos (1.095.463).
En segunda posición está el exdirector del Sistema Penitenciario y aspirante del partido Vamos, quien logró un 13,93 por ciento de los apoyos (594.306), cifra con la que superó a su más inmediato perseguidor durante todo el recuento, el ex jefe de Gabinete de la Secretaría General de la ONU y aspirante por el partido de centro Humanista, Edmond Mulet, tercero con un 11,18 por ciento.
Los resultados, que el Tribunal Supremo Electoral no hará oficiales hasta resolver las impugnaciones y analizar las actas de cada Junta Receptora de Votos, llegaron tras una larga jornada que empezó el domingo con el cierre de las mesas y que no concluyó hasta este lunes debido a la lentitud en el recuento por las múltiples formaciones políticas que competían en los comicios.
Solo a la Presidencia se habían presentado 19 binomios, pero según las encuestas publicadas previamente solo cinco, tres de ellos los que quedaron en primero, segundo y tercer lugar, tenían alguna opción de poder ganar.
En cuarta lugar quedó la líder indígena mam y defensora de derechos Thelma Cabrera, del Movimiento por la Liberación los Pueblos (izquierda), con un 10,38 por ciento de los votos.
Y ha sido la propia Cabrera, defensora de derechos humanos de y la Madre Tierra, junto a su partido, la que ha denunciado fraude con estos resultados en los que, a su juicio, el Tribunal Supremo Electoral está "omitiendo" anomalías que son de conocimiento público como el "acarreo de gente" o la compra de votos.
Por ello, no reconocen los comicios generales del domingo, a los que estaban llamados 8 millones de guatemaltecos. Creen que sus resultados no se corresponden con el apoyo y se preguntan dónde están los otros votos: ¿"Y en dónde está el resto?".
El abogado y analista político Goyo Saavedra admitió a Efe que la cantidad de candidaturas ha alargado el escrutinio y destacó de los resultados el crecimiento del Movimiento por la Liberación de los Pueblos y al "surgimiento" del partido Humanista (centro) de Mulet como un "actor emergente".
A su juicio, estos son ejes "sorpresivos de la jornada electoral" del domingo, una opinión que compartió el rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Murphy Paiz, quien agregó que los indecisos -el 48 por ciento según las encuestas previas- jugaron un papel fundamental, pero también las decisiones judiciales, que provocaron el cambio de voto.
El rector también lamentó los hechos violentos y pidió al ente electoral "asumir con responsabilidad" las acciones y "crear las garantías" para evitar que esto vuelva a ocurrir en futuras convocatorias electorales.
Los actos violentos, que llevaron a la suspensión de los comicios en dos municipios (que se analizará si deben o no repetirse), tuvieron como "denominador común" "inconformidades en la elección y en el resultado" y se produjeron en diferentes lugares de los departamentos de Sololá, Quiché, El Progreso, Zacapa, Jalapa, Petén, Baja Verapaz y San Marcos.
Hasta el momento, las autoridades han decidido que en uno de ellos, en San Jorge (Zacapa), donde renunció la autoridad electoral, se deben repetir las elecciones, casi con seguridad el día de la celebración de la segunda vuelta electoral, a la que acudirán Torres y Giammattei porque ninguno de los dos alcanzó la mayoría (la mitad más uno de los votos).
La mayor parte de estos actos violentos, que llevaron a la suspensión de los comicios en dos municipios (que se analizará si deben o no repetirse), tuvieron como "denominador común" "inconformidades en la elección y en el resultado" y algunos acabaron con disturbios, gases lacrimógenos y quema de materiales.
Otra de las sorpresas de la jornada electoral ha sido la participación, que se situó en el 60,34 por ciento de los más de 8 millones de guatemaltecos llamados a las urnas. Una cifra inferior a la de los dos últimos comicios (en 2015 un 71,33 por ciento y en 2011 un 69,38 por ciento) pero más alta de la que se esperaba.
No solo hubo denuncias de fraude, durante la jornada del domingo la Organización de Estados Americanos (OEA), que este martes presentará un informe preliminar de su observación electoral, había anunciado que recibió de denuncias de compra de sufragios, acarreo de votantes y diversos hechos de violencia.DE EFE
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