Celebrar de una u otra manera el “Día del Maestro” es reconocer el importante trabajo que desarrollan en la sociedad a favor de las nuevas generaciones y el desarrollo del país.
Como es tradición cada 30 de junio celebramos en el país el “Día del Maestro” con diferentes actividades realizadas por cada centro educativo, las autoridades de la Ministerio de Educación(MINERD), y la Asociación Dominicana de Profesores (ADP).
Este día los centros, Distritos y Direcciones Regionales Educativas hacen actividades donde premian a los docentes por los méritos acumulados en el ejercicio de sus funciones, por tiempo en servicio y otras modalidades. También la Presidencia de la República premia un grupo de educadores.Pero en esta fecha, luego del maestro pasarse un año escolar junto a los niños, niñas y adolescentes, los estudiantes festejan a sus maestros/as con regalos, en muchos casos sencillos pero cargados de emotividad y amor para los docentes.
El mismo día los alumnos/as reciben sus calificaciones que determinan si han aprobado el año escolar que finaliza.
“El Día del Maestro” fue consagrado el 30 de junio mediante la Resolución No.6-39 de fecha 6 de junio de 1939, siendo Secretario de Estado de Justicia, Educación Pública y Bellas Artes el licenciado Virgilio Díaz Ordóñez.
Si se toma en cuenta la función del maestro resultaría difícil tratar de definir su significado etimológico y hasta conceptual, sin embargo, haciendo uso de la historia y de la pedagogía, se pueden referir a algunas de las alusiones referentes al maestro, Quintillano y Luis Vives insertan aspectos del maestro en sus obras de contenido pedagógico general, y los grandes Santos de la Iglesia Católica, San Agustín, y Santo Tomás, califican “De magistro” sus grandes obras pedagógicas.
Si se toma en cuenta la función del maestro resultaría difícil tratar de definir su significado etimológico y hasta conceptual, sin embargo, haciendo uso de la historia y de la pedagogía, se pueden referir a algunas de las alusiones referentes al maestro, Quintillano y Luis Vives insertan aspectos del maestro en sus obras de contenido pedagógico general, y los grandes Santos de la Iglesia Católica, San Agustín, y Santo Tomás, califican “De magistro” sus grandes obras pedagógicas.
El Papa Pío XI en su Encíclica sobre la educación cristiana de la Juventud decía con gran acierto: “Las buenas escuelas son fruto no tanto de las buenas ordenaciones, cuanto de los buenos maestros”.
El diccionario de Pedagogía de Víctor García Hoz, da tres acepciones de la palabra maestro, según el siguiente orden:
En primer lugar, “el maestro es el hombre eminentemente que en cualquier faceta de la cultura, con su obra científica y literaria verdaderamente relevante, influye en la vida y la formación incluso de los que establecen contacto con él solo a través de sus obras”.
En segundo lugar, “se aplica al que por su capacidad dirige una obra o un taller en el cual colaboran otros artesanos de categoría inferior. Esta noción implica un doble contenido: de una parte la habilidad para ejercer un oficio, y de la otra, una influencia de tipo formativo sobre los que con el maestro trabajan, como son los aprendices”.
En tercer lugar, tenemos el vocablo maestro con el sentido o significado más restringido: “hombre que consagra su vida a la tarea educativa”.
Con este artículo, en Educando, queremos motivar a todos los directores de centros educativos para que celebren este día con sus educadores y reconozcan a los que han tenido un buen desempeño durante el año escolar que está por finalizar, y para que esto sirva a los maestros y maestras rezagados a integrarse positivamente a sus labores.
Tomado de Educando
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