El presidente de Haití dijo el miércoles que agotará su mandato a pesar del aumento de la violencia, de la mala situación económica del país y de los meses de protestas por presuntas denuncias de corrupción no resultas en el gobierno de su predecesor.
En una entrevista con The Associated Press, Jovenel Moise, se comprometió a respetar las conclusiones de una comisión que estudia las acusaciones de corrupción.
“Se necesita mucho coraje para mantenerse en el poder, pero les prometo que tengo el coraje para seguir avanzando”, señaló Moise, agregando que resistirá a la presión para renunciar.
El nombre de Moise apareció en dos reportes tras una investigación judicial por corrupción en el gasto de los fondos de Petrocaribe, un programa del gobierno venezolano que entregaba petróleo subvencionado a los países del Caribe.
Los manifestantes tomaron repetidamente las calles en los últimos meses tras conocerse el fraude generalizado en contratos gubernamentales concedidos a contratistas para levantar carreteras, edificios y administrar programas sociales.
Según los informes, Moise habría recibido pagos indebidos como constructor privado para una carrera en el norte del país antes de asumir la presidencia.
Las auditorías revelaron que se desviaron millones de dólares de los fondos de ayuda a los contratistas en pago por trabajos de poca calidad, como un paso elevado sobre la transitada avenida Delmas, que tuvo un costo de más de 30 millones de dólares cuando debería haber costado alrededor de dos.
El alcance de la corrupción provocó protestas generalizadas, violencia callejera y pedidos para la renuncia de Moise.
El dirigente se ha negado a dejar el cargo, aunque se comprometió a acusar penalmente a cualquiera que la junta auditora considere que robó fondos del gobierno.
“Por supuesto debemos conocer la verdad, y la verdad sobre esta investigación debe ser revelada. Eso es muy importante. La investigación debe revelar la verdad para que se pueda hacer justicia y encarcelar a los culpables. Quienes malgastaron el dinero del gobierno deberían ser arrestados y encarcelados”, afirmó Moise a la AP.
Las protestas, la recesión económica, la creciente inseguridad y la delincuencia relacionada con las pandillas sembraron de incertidumbre el futuro político de Moise pese a su determinación de seguir en la presidencia.
El mandatario dijo no estar preocupado por más acusaciones sobre su supuesta participación en contratos potencialmente indebidos. “La auditoría judicial no involucra al poder ejecutivo. Esta es una preocupación del poder judicial”.
Moise insistió en que Haití debe ir más allá de la crisis y dejar que el proceso judicial siga su curso.
“Debemos ir más allá de hablar sobre la supervivencia del gobierno, porque la estabilidad política en Haití es lo más importante para nosotros”, afirmó. “Si la oposición quiere poder, debe participar en elecciones democráticas y ganarse el voto del pueblo”.DE AP
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