Emilio Nicolás Córdova, Don Cuqui, el historiador deportivo, el productor de programas deportivos, el rotario, pero sobre todo el ser humano sensible, jovial, sencillo, colaborador y con un porte de caballeroso que le acompañó hasta la hora de su muert, fue sepultado ayer tarde en el cementerio Cristo Redentor en medio del llanto de familiares y amigos.
Justamente a la 1:50 su cuerpo fue depositado en el nicho que guardará sus restos por la eternidad-.
En la antesala, su nieta Laura hizo un relato de los últimos días de vida del inmortal del Deporte, así como del cariño que le profesaba a ella y a toda la familia.
“Me senté en su escritorio, frente a su máquina de escribir a esperarlo, creía que llegaría con su sonrisa a flor de labios para abrazarme y darme un cariñoso abrazo”, expresó.
“Te extrañaremos por siempre”, terminó diciendo Laura con lágrimas y muy compungida. Cuando hablaba hijos y otros familiares de don Cuqui lloraban y sollozaban.
A petición de Carlos Córdova, uno de los cuatro hijos del ilustre cronista vegano, su entrañable amigo Andrés Van Der Horst, en nombre de la familia, dio las gracias a los presentes por el acompañamiento hasta la última morada.
Lo describió como un gran colaborador y amigo. “Fue un hombre que nos profesó mucho cariño y simpatía que tuvo una vida llena de satisfacciones. Pocos ciudadanos tienen un historial como el que nos ha dejado Don Cuqui”.
También habló el veterano periodista Ubi Rivas, quien como el Autor de las columnas “Crónica de los Martes” y “El Béisbol de Ayer”, que durante 40 años publicó en el LISTÍN DIARIO.
“Don cuqui fue un portento de la crónica deportiva. No hay duda que es el primer gran historiador de la crónica deportiva del país”, destacó. “Su alegría y vocación de hacer el bien Prolongó su vida”.
Una pertinaz llovizna que obligó a sacar paraguas pareció confirmar la creencia popular de que cuando un hombre bueno muere hasta el cielo grita.
Durante la última parada, hablaron, asimismo, Juan Valdez Mena, presidente de la Asociación de Ligas y Clubes del Distrito Nacional, y el locutor Johnny Morillo, quienes coincidieron en destacar las virtudes que adornaron al principal biógrafo del béisbol dominicano.
Elogio de Danilo Díaz
El ministro de Deportes, Danilo Díaz, manifestó que Córdova fue una inspiración en lo que respeta a la labor que hizo como ejemplo de vida.
“Quien puede hablar mal de Don Cuqui”, se preguntó Díaz para luego resaltar que fue una persona amigable que se mantuvo lejos de los conflictos.
Lo calificó como un consejero cuando le conoció en el 1996, cuando llegó a la entonces Secretaría de Deportes como subsecretario Técnico.
“Don Cuqui ejerció un sacerdocio en la crónica deportiva”, destacó el licenciado Díaz luego de dar el pésame a los familiares.
El archivo
El cronista Tony Piña, quien como Don Cuqui es un apasionado del béisbol del ayer y de hoy y lo ha recogido para la posteridad en varios libros, consideró que el gran archivo de éste debe ir al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en el entendido de que allí tendrá una gran custodia.
“Cuqui nos ha dejado un vacío que no será fácil de llenar. Encontrar a una persona con esa entrega y esa pasión es muy difícil de encontrar”, puntualizó el autor de la columna Presencia Dominicana, que también se publica en este diario.
Le sobreviven su esposa Mercedes Roca Brache; sus hijos María Estela, Mercedes Amalia y Carlos Alberto, así como sus hermanas Maritza, Carmen, Genoveva y Socorro Córdova. Al sepelio asistieron, de igual forma, una serie de personalidades, entre los que se encontraban Luis Scheker Ortiz, Atilio de Frías y Héctor Lizardo Jorge, los tres miembros del Pabellón de la Fama; Leonardo Matos Berrido, ex titular de la Liga Dominicana de Béisbol; Porfirio Veras Mercedes, ex comisionado Nacional de Béisbol y los periodistas Leo Corporán y Mario Emilio Guerrero, entre otros.
Laura, la nieta de Emilo Nicolás Córdova, conmovió a la concurrencia en el campo santo con sentidas palabras.
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