El Gobierno escocés se unió hoy a las restricciones impuestas en Inglaterra para que bares y restaurantes cierren a las diez de la noche a partir del jueves y prohibió las reuniones en casas particulares, con el objetivo de frenar la propagación de la COVID-19.
Así lo anunció la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, quien precisó que la imposibilidad de realizar reuniones familiares entrará en vigor este miércoles, después de que las cifras muestren que es uno de los factores que aumenta el riesgo de transmisión del virus.
Según indicó Sturgeon ante el Parlamento regional, se ha comprobado que la prohibición de reunirse en los hogares, ya aplicada en la zona de Glasgow, disminuye el ritmo de contagios.
La jefa del Ejecutivo escocés confía en que extender esta norma al conjunto de la región sirva para hacer disminuir el número "R", la tasa de reproducción de la enfermedad, que actualmente podría llegar hasta el 1,4 en Escocia.
"Las medidas que estoy anunciando hoy son duras, no pretendo decir lo contrario, pero no representan una paralización a gran escala como la impuesta en marzo", afirmó Sturgeon, que subrayó la importancia de implementar nuevas restricciones "para evitar otro confinamiento".
Hay una serie de excepciones que se aplican a las personas que viven solas y quieran visitar a sus familiares, las parejas que residen en diferentes casas o aquellos que necesiten de allegados para el cuidado de los niños.
Sturgeon señaló que tras participar hoy en el comité de emergencias, presidido por el primer ministro británico, Boris Johnson, se acordó que todas las naciones del Reino Unido adopten una estrategia común como el decreto de cierre de locales de hostelería, para tratar de unificar criterios y que el mensaje a la ciudadanía llegue de manera más clara.
En bares y restaurantes, así como en recintos abiertos, se continuará aplicando la "regla de 6", que impide la reunión de más de seis personas de dos hogares diferentes, si bien los menores de 12 años no cuentan.
Las nuevas restricciones, aunque se revisarán cada tres semanas, se han planteado con un alcance de seis meses, lo que no significa, puntualizó Sturgeon, que todas ellas tengan que alargarse durante todo el periodo.
De acuerdo con los datos del Gobierno escocés, la región registró un nuevo fallecimiento por COVID-19 en las últimas veinticuatro horas y 383 casos positivos, lo que eleva la cifra de contagiados a más de 25.000 desde el inicio de la pandemia.DE EFE
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