El expresidente francés Valéry Giscard d'Estaing, que dirigió Francia entre 1974 y 1981, falleció este miércoles a los 94 años de edad a causa del coronavirus, informaron fuentes familiares.
Giscard, que había sido hospitalizado brevemente en varias ocasiones en los últimos meses, falleció por la covid-19, según su familia.
Primer presidente no surgido del "gaullismo" tras la Segunda Guerra Mundial, Giscard fue en su momento el jefe del Estado francés más joven y, tras dejar el cargo, una de las voces más escuchadas de la vida política francesa.
Miembro del Consejo Constitucional hasta su muerte, su estado de salud se había degradado en los últimos meses, lo que le había obligado a ser hospitalizado en varias ocasiones por insuficiencias pulmonares y a mediados de noviembre fue atendido por última vez por un problema cardíaco.
Medios locales indicaron que el expresidente falleció en una de sus propiedades en el departamento de Loire-et-Cher, en el centro del país rodeado de su familia.
La Asamblea Nacional, donde proseguían los trabajos nocturnos, suspendió momentáneamente la sesión para guardar un minuto de silencio en homenaje a Giscard.
Muy activo hasta hace unos años, en los últimos tiempos su delicado estado de salud le apartó de los medios de comunicación. Una de sus últimas apariciones públicas fue el 30 de septiembre de 2019 con motivo del funeral por otro expresidente, Jacques Chirac.
Giscard fue elegido con 48 años tras haber llevado a cabo una campaña moderna para la época, pero tras completar los siete años de su mandato fue derrotado por el socialista François Mitterrand.
Varias polémicas marcaron su mandato, en particular presuntos casos de corrupción relacionados con África.
Pese a varios intentos de volver al Elíseo, no lo consiguió y se dedicó a su región, Auvernia, que presidió durante años, pero también a Europa, donde presidió la Convención dedicada a redactar la Constitución Europea a principios de siglo.
En los últimos meses su nombre volvió a reaparecer después de que una periodista alemana le acusara de abuso sexual.
Su muerte despertó numerosas reacciones entre la clase política francesa.
El expresidente conservador Nicolas Sarkozy, con quien mantuvo una estrecha relación, mostró su "profunda tristeza" por la muerte de "un hombre que honró a Francia".
"Toda su vida trabajó por reforzar los vínculos entre las naciones europeas, buscó y consiguió modernizar la vida política y consagró su gran inteligencia a analizar los problemas internacionales más complejos", indicó Sarkozy en Twitter.
En la misma red, su sucesor en el cargo, el socialista François Hollande, consideró a Giscard "el hombre que modernizó Francia" gracias a las "grandes reformas" que introdujo y le consideró como un "resuelto europeísta".
"Partidario de un liberalismo 'avanzado', se estrelló contra el conservadurismo de una parte de su partido y contra el deseo de cambio que representaba la izquierda", aseguró el segundo presidente socialista del país, tras François Mitterrand, que derrotó a Giscard en 1981.
La líder ultraderechista Marine Le Pen destacó que "en una Francia en crisis, fue el artesano de nuevas libertades públicas y ardiente apoyo del progreso tecnológico".
El líder de los ecologistas, Yannick Jadot, destacó algunas de sus reformas, como la despenalización del aborto o el derecho al voto a los 18 años.DE EFE
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