lunes, 15 de marzo de 2021

Adiós a Simón Alfonso Pemberton, vida y voz de la hípica dominicana Este cronista se caracterizó por su singular narración y colocarle apodos a los caballos

 

  • Adiós a Simón Alfonso Pemberton, vida y voz de la hípica dominicana

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  • Adiós a Simón Alfonso Pemberton, vida y voz de la hípica dominicana
Redacción Digital
Santo Domingo, RD

Conocido como “El Mago”, Simón Alfonso Pemberton fue el más grande narrador de carreas de caballos en República Dominicana, destacado por su singular y única forma de locutar las carreras hípicas. 

Aunque comenzó su carrera en la narración hípica en el año 1962, con un programa llamado “Actualidad Hípica”, su pasión por este deporte le acompañaba desde pequeño puesto que visitaba el desaparecido hipódromo Perla Antillana, en el Ensanche La Fe, a ver carreras de caballos, donde aprendió a amar este deporte.

Antes de narrar estas carreras, ya había adoptado experiencia en la locución cantando el bingo en La Feria. En 1959, tras recibir su carnet de locutor profesional, Pemberton inició como narrador de béisbol en la Fuerzas Armadas.

Para 1962, produjo y condujo un programa llamado Hípicas Dominicanas, transmitido los domingos por La Voz del Trópico. Pero su inicio como el conocido narrador hípico que fue es de casualidad, cuando José Brea Peña le contacta para que sustituyera a Yoyo Rodríguez, narrador de la época.

Para ese entonces tenía 24 años y no estaba seguro de hacerlo, aunque le convencieron y aceptó la propuesta. Al iniciar la carrera, lo primero que expresó fue: “A correr fanáticos”, frase que se hizo célebre. Asimismo, popularizó la frase “Por la curvita de la Paraguay”.

Esta gloria de la crónica deportiva narró la mayoría de carreras efectuadas en el hipódromo Perla Antillana desde 1962 hasta 1995. En total  se le han contabilizado más de 55 mil carreras.

Por su aporte a este deporte, fue exaltado como primera gloria inmortal del hipismo dominicano, el 8 de septiembre de 2007. Este fue tan solo uno de las decenas de honores que recibió por su carrera.

“El Mago”, apodo que le colocó el cronista Max Álvarez, se caracterizó también por colocarle apodos a los caballos.

Pemberton falleció a los 86 años este lunes 15 de marzo, en el hospital Cabral y Báez de la ciudad Santiago, al norte de la capital dominicana.

Esta leyenda de la narración hípica fue ingresado al Centro de Medicina Avanzad (Cedimat) el pasado mes de diciembre, luego de sufrir una caída. También estuvo ingresado desde principios de marzo en una sala de Cuidados Intensivos de la clínica Corominas, en la ciudad de Santiago.

En el año 2007 le hicieron un homenaje sorpresa al declararlo “Inmortal del Hipismo Dominicano”. Se prometió erigir una estatua en el círculo de ganadores del Hipódromo V Centenario, parque ubicado en la zona oriental de la capital dominicana.

“El galardón recibido apoya el cariño que me ofrecen las personas en la calle. Me siento feliz cuando me detienen y me piden que les narre una carrera ficticia”, dijo Simón Alfonso en una entrevista en Listín Diario ese año.

Inicios

Nació en el batey Cacata de La Romana y llegó a la capital a los 3 años. Tras hacerse bachiller, en el 1954, comienza una preparación alterna al estudiar locución en la escuela Héctor J. Díaz para posteriormente, en el 1955, graduarse de estecnodactilógrafo en la academia Blanchard.

En ese mismo año, al inaugurar la famosa “Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre”, Simón comienza a cantar el bingo, convirtiéndose en el primer paso de su carrera profesional.

Luego de recibir su carnet como locutor profesional, en 1959, Pemberton comienza como narrador de béisbol en las Fuerzas Armadas junto a Hugo Hernández Llaverías y posteriormente hace equipo con Valentín González Rionda para establecer el programa: “Hípicas Dominicales”.

El 13 de diciembre de 1962 establece por la emisora La Voz del Trópico “Actualidad Hípica”, programa que ha estado en el aire hasta la fecha. Dos meses después, el 27 de febrero del 1963, se encuentra frente al micrófono de transmisión de las carreras de caballos y cuando vio que abrían las compuertas atinó a decir...A correeeer fanáticos.

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