A los cientos de feligreses que amanecieron en la explanada frontal y los alrededores de la basílica se han sumado otros desde las primeras horas de este viernes.
Mientras, las autoridades de salud mantienen las exigencias de que cada persona que quiera entrar al área del santuario debe presentar su tarjeta de vacunación del COVID-19 y usar mascarilla. También a las personas se les rocía alcohol en las manos antes de entrar.
En ocasiones se producen tumultos y algunos logran entrar a las inmediaciones de la iglesia sin ser verificados, sin embargo, muchos no logran acceder al templo debido a los controles.
Las autoridades solo permiten poco más del 50 % de los feligreses dentro del templo. Muchos de los bancos que tradicionalmente están ocupados en las misas celebradas, ahora permanecen desocupados.
La misa principal es a las 10:00 de la mañana y se espera la presencia de la vicepresidenta de la República, Raquel Peña y funcionarios del Gobierno.
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