La empresa Aeropuertos Dominicanos XXI (Aerodom) y las líneas aéreas que operan vuelos en la terminal aeroportuaria pusieron en vigor un instructivo con el objetivo de regular y orientar a los pasajeros usuarios de sillas de ruedas, ante la denuncia de su excesivo uso.
El instructivo establece políticas operacionales y sus procedimientos para la asignación del servicio a los pasajeros que realmente requieran de transportarse en sillas de ruedas hacia las áreas de abordajes de la aerostación.
En su contenido el instructivo indica que las sillas para los pasajeros que salen no deben estar visibles frente a los mostradores de las aerolíneas, para evitar la acumulación de las mismas que se producían anteriormente y afectaban el proceso de chequeos.
Indica, asimismo el documento, que las aerolíneas deben tener sillas plegables disponibles y una vez confirme que el pasajero tiene todos los documentos y ha solicitado la silla de ruedas se le concede la facilidad.
Y luego la aerolínea que será la responsable de la asignación del servicio llama a la empresa encargada de brindar el servicio para que envíe cantidad exacta de sillas requeridas.
Los pasajeros favorecidos con el servicio de las sillas las recibirán en los mostradores de cheki-in de servicio donde la abordarán previo a su salida.
Con esto las autoridades buscan evitar y controlar del uso excesivo e indiscriminados que se estaba produciendo entre los viajeros, inclusive de personas jóvenes, que reclamaban las sillas para abordar su vuelo, sin ninguna discapacidad física o enfermedad.
De acuerdo con datos suministrados por las autoridades de Aerodom, diariamente un promedio de 500 personas estaba solicitando el servicio de las sillas de ruedas para salir.
Pasajeros que regresan
Igualmente, lo que indica la instrucción operativa es que con relación a los pasajeros que regresan solamente deben estar esperando en el puente de embarque la cantidad de sillas exactas, con las reservas que tiene la aerolínea disponible.
Otra situación que se registraba ante era que a veces entraban sillas demás y al ver los viajeros sillas disponibles, entonces solicitaban el servicio y eso motivaba que más personas usaran el servicio y congestionaban el proceso.
Solamente será la aerolínea, la autorizada para solicitar el servicio al prestador; es decir, solo la línea aérea puede llamar a la empresa que ofrece el servicio para pedir las sillas de ruedas al pasajero reclamante.
De esa manera se descontinúa la práctica que existía anteriormente de que el pasajero llegaba veía una silla vacía u ociosa y el operador muchas veces le ofrecía el servicio.
Dificultades.
“La facilidad que brindan los operadores de aeropuertos para que pasajeros que tienen dificultades locomotoras puedan abordar y desembarcar con ayuda de sillas de ruedas, está siendo objeto de una burla inaceptable”, advirtió ayer Listín Diario en su editorial.
Burla.
“Usado arbitrariamente por gente que la aprovecha para burlar trámites y ocultar contrabandos”.
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