La esperanza de volver a caminar y trabajar llegó a la vida de Manuel Geraldo Santos Ventura, el delivery que fue chocado por una yipeta en marzo pasado y no ha sido operado de tres fracturas que presenta en su pierna izquierda.
Santos Ventura fue trasladado la noche del miércoles al hospital traumatológico Ney Arias Lora en Santo Domingo, donde fue sometido a evaluaciones de inmediato.
Luego del reportaje publicado por Listín Diario, el doctor Julio Landrón, director del Ney Arias Lora, comunicó que darán todas las asistencias necesarias y asumirán el caso para solucionarlo, porque “son las instrucciones del Sr. Presidente y de nuestro director Dr. Mario Lama (del Servicio Nacional de Salud). Garantizar servicio especializado a los más necesitados”.
El doctor Landrón dijo que el centro asumirá los costos de lo que necesite el paciente Manuel Geraldo Santos Ventura, quien tiene fractura en el fémur, la tibia y el peroné.
Tony Peña Guaba
Mientras que el director del Programa de Políticas Sociales del Gobierno, Tony Peña Guaba, garantizó que la situación de Santos Ventura será resuelta y estableció los contactos de rigor, con el propio paciente y las autoridades de salud, para que el ingreso se produzca de inmediato.
El funcionario no ofreció mayores detalles, pero afirmó que darán asistencia y lo pondrán “nuevo”.
Manuel Geraldo Santos Ventura vive con su esposa y cinco hijos en una casa techada de zinc viejo en la comunidad rural de La Cabria, en Yaguate, San Cristóbal. Los dos hijos mayores, que están en tercero y cuarto de bachillerato, viven con unos familiares.
Geraldo pide por atenciones en salud para volver a trabajar de delivery y motoconcho para que a sus hijos no les falte comida ni educación.
“Yo necesito volver a estar bien para trabajar, por nada del mundo puedo dejar que mis hijos dejen de estudiar”.
Este hombre de trabajo fue atendido inicialmente en el hospital Juan Pablo Pina, en San Cristóbal, y despachado en abril para hacer espacio en el centro y atender las emergencias de Semana Santa, no obstante, cuando volvía al hospital, por la caridad de la gente, solo le indicaban antibióticos y retornaba a su casa en la apartada comunidad rural.
En la casa, construida de zinc de medio uso y en mal estado, queda su esposa Yokaira al cuidado de cinco hijos pequeños. Las camas están deterioradas y las sillas rotas.
Los teléfonos para contactarlos 809-885-8546 (de Geraldo) y el de su esposa Yokaira el 829-874-1128.
No hay comentarios:
Publicar un comentario