Esta mañana este hombre dijo que buscaba entre los escombros los útiles escolares de su hija.
A una semana desde que un grupo de civiles acompañados de policías, en las primeras horas de la mañana y apoyados por una pala mecánica, llegara al sector Nuevo Atardecer en la avenida Ecológica destruyendo viviendas y negocios en un supuesto desalojo, es poco o nada lo que se sabe de quién ordenó la acción y quién proporcionó la fuerza pública.
Como si se tratara de una zona de desastre producto de un huracán o terremoto, así quedó el escenario en el sector en donde unas 40 familias fueron sacadas de manera violenta de sus casas por parte de un grupo de policías y hombres encapuchados y armados, sin que hasta ahora se sepa el motivo.
“Queremos que el Presidente intervenga en la solución a este problema. Ninguna autoridad ha venido a ayudar ni a investigar, solo el abogado Surún Hernández, que se condolió de nosotros tomó el caso para representarnos legalmente y ver qué se puede hacer”, expresó Christian Tapia, presidente de la junta de vecinos.
Casas de concreto, madera y cinc, además de negocios como colmados, tapicerías, centro de reparaciones, también por los suelos, ajuares semidestruidos entre los escombros y muchas quejas de los habitantes de esta localidad es lo que hay hoy a siete días del inexplicable acontecimiento.
Los desalojados representados por el presidente de la junta de vecinos del sector Nuevo Atardecer se quejan de que a 7 días del hecho ninguna autoridad se ha presentado al lugar a ayudar ni a investigar.
“Ya son siete días de lo ocurrido y no ha venido nadie a reclamar estos terrenos, y lo que es peor tenemos información de que ni el CEA, ni Medio Ambiente, ni la fiscalidad de Santo Domingo Este, ni el ayuntamiento han dado permiso para ejecutar este desalojo”, según Tapia.
Para los lugareños los hombres no tuvieron miramiento si había mujeres y niños en el lugar o había negocios u pertenencias de valor. La misión era destruir, robar y luego huir, ya que hasta ahora nadie se ha responsabilizado del hecho y nadie ha reclamado esos terrenos en donde hay viviendas desde hace unos 30 años.
“Aquí no hubo notificación de nada, los hombres llegaron y sacaban a la gente de sus casas a la fuerza y los tiraban a las calles junto a algunos de sus trastes, de inmediato una pala mecánica procedía a derribar la vivienda”, explicó Alcides Roque, uno de los vecinos afectados.
Casas
Ya varias viviendas han sido levantadas y otras acondicionadas para ser habitadas después de la destrucción de que fueron objeto hace una semana en el sector.
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