martes, 30 de abril de 2024

Viaja lejos, cría mucho y muere joven: así es la vida de un búho silvestre

 

Estas rapaces nocturnas poseen un comportamiento nómada que las lleva a protagonizar "grandes movimientos migratorios prospectivos" 

Búho silvestre

Búho silvestreFUENTE EXTERNA                                                                                                                                                                         Viajar lejos, criar en abundancia y morir joven es el resumen de la vida de los búhos silvestres, según un nuevo estudio internacional que describe los "increíbles y sorprendentes" movimientos de estas aves por toda Europa y el norte de África.

El documento, elaborado por el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC-CSIC) y la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), en España; la Fundación Británica de Ornitología (BTO) y la Universidad de Islandia, con la colaboración de la ONG española SEO/BirdLife, indica la necesidad de planificar las medidas de conservación de esta especie a mayor escala que la considerada hasta el momento.

Estas rapaces nocturnas poseen un comportamiento nómada que las lleva a protagonizar "grandes movimientos migratorios prospectivos" con el fin de localizar áreas con abundancia de topillos y otros roedores, que constituyen la base principal de su dieta alimenticia.

La abundancia de topillos, su presa favorita, puede variar "notablemente" en el tiempo y en el espacio, por lo que constituyen un "recurso alimenticio impredecible" y ello obliga al búho a desplazarse a otras zonas para encontrarlos.

De acuerdo con el estudio, a pesar de su "amplia distribución" en el continente europeo, hasta ahora existía "poca información clave" sobre los movimientos y grado de conectividad entre poblaciones de estas rapaces, algo que ha mejorado gracias a los avances en las tecnologías de seguimiento que han permitido recopilar datos relevantes para facilitar la conservación de esta especie en declive.

Los investigadores rastrearon la actividad y desplazamientos de medio centenar de individuos, que llevaron a cabo un grado de movimiento "inesperadamente grande", hasta el punto de que las distancias entre los lugares de nidificación utilizados a lo largo de dos temporadas en años consecutivos llegaron a variar más de 4.200 kilómetros.

Éstas son algunas de las distancias más largas conocidas entre lugares de nidificación en cualquier ave, pero viajar tan lejos para encontrar los mejores hábitats y alimentar a sus crías tiene consecuencias y, así, menos de la mitad de las aves adultas sobreviven de un año para otro.

El estudio concluye que no existen poblaciones separadas de búho campestre en gran parte de Europa sino, más bien, una única población, potencialmente integrada, en la mayor parte del área de distribución.Avatar del Agencia EFE 

AGENCIA EFEMadrid

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