Un año de cárcel para 8 de 10 del caso Búfalo NK

 

La Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional le impuso un año de prisión como medida de coerción a 8 de los 10 imputados de pertenecer a la red de narcotráfico internacional desmantelada el 17 de septiembre mediante la operación “Búfalo NK” en la que participaron el Ministerio Público, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), el Ministerio de Defensa, organismos de inteligencia del Estado, la DEA y el Comando Sur de Estados Unidos.

Los enviados a prisión son Rafael Ynoa Santana (El Cojo), sindicado como el cabecilla de la red; Isidoro Rotestan Clase (El Men), Juan Bolívar Hernández (Moreno), Cristian Esteban Alcántara Javier, Robert Nicolás Acosta Adames, Severiano Núñez Pichardo (Alex), Juan Henríquez Tavarez (Orlando) y Jorge Antonio Toribio (EL Maestro).

A las dos restantes, Germania Mercedes Natali Román (Nati) y Maritza Flete Santana (Karilis), el tribunal las dejó en libertad bajo el pago de una garantía económica de un millón de pesos, presentación periódica e impedimento de salida del país.

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El Ministerio Público (MP) y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), con el apoyo del Ministerio de Defensa (a través de sus tres fuerzas, Armada, Ejército y Fuerza Aérea), Organismos de Inteligencia del Estado, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y el Comando Sur de Estados Unidos, pusieron en marcha la madrugada del 17 de septiembre la Operación Búfalo NK, desplegada por aire, mar y tierra, en las provincias de Santo Domingo, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, La Romana y Samaná.                                                                                                                                            Más 400 efectivos, unidades marítimas, aéreas y terrestres, coordinados por 47 fiscales ejecutaron 37 órdenes de allanamientos de manera simultánea, para capturar a los integrantes de una poderosa red de narcotráfico internacional, que de acuerdo a las evidencias se le confiscó en territorio dominicano aproximadamente dos toneladas de cocaína, y habría movilizados otros grandes cargamentos de drogas desde Suramérica (República de Colombia y República Bolivariana de Venezuela) hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa vía República Dominicana, a través de lanchas rápidas y barcos pesqueros.

Una vez las sustancias ingresaban al territorio dominicano y al suelo puertorriqueño, se realizaban las logísticas para enviarlas hacia Estados Unidos y Europa, en donde, en ocasiones, se triplicaba el valor de estas.