El dirigente político Fafa Taveras, dijo en El Gobierno de la Mañana que en el país es necesario desmitificar la figura de Rafael Leonidas Trujillo, porque la atmósfera que rodeó al dictador sólo la han pintado sus seguidores, pero la persecución y el terror en que vivió la sociedad, se ha ido desdibujando.
Taveras contó que siendo niño, un señor se le presentó a su abuelo preguntándole si había visto a su nieto desaparecido, y le describió cómo andaba vestido el joven, a lo que su abuelo le respondió que no, y le dijo que tal vez estaba por ahí, porque los muchachos eran muy rebeldes.
El abuelo de Fafa Taveras estaba mintiendo, había visto al muchacho que buscaba el señor, un antitrujillista, pero el señor no era su abuelo, sino un policía que le estaba "tirando un gancho", y de haber respondido que lo conocía, lo hubiesen acusado de comunista y hasta lo habrían lincharlo. Para Fafa, esa fue su primera lección de vida, porque fue testigo de esos acontecimientos.
“A Trujillo no se le puede evaluar sólo por sus obras y sus muertes, hay que verlo en su totalidad”. Dijo también que el dictador era un hombre inmensamente inteligente, pero que esa cualidad la combinó con una ambición irrespetuosa de los derechos fundamentales que lo convirtió en el monstruo que significó para el país y la región.
“Trujillo remodeló el alma dominicana”, para lo que se apoyó de la intelectualidad nacional, que echó a un lado el pensamiento hostosiano, racionalista y antihispánico, para inclinarse por el conservador y prohispánico, en cuyo contexto la iglesia católica fue su mejor colaboradora.
“Hubo un cambio cultural, en la esencia ideológica de la nación dominicana que marcó a Trujillo, que para mi tiene más trascendencia que los otros aspectos”.
¿Cómo pudo Trujillo lograr el apoyo de la intelectualidad? “Trujillo creó la ilusión de que llegó el momento de concretar todas las aspiraciones sueltas”, respondió.
Fafa Taveras cree que tras la muerte de Trujillo la sociedad creyó que con quitarle el nombre de Ciudad Trujillo a Santo Domingo, ya exorcizaba al dictador, pero que hoy, a 49 años de su ajusticiamiento, se requiere de una destrujillización de la sociedad.
Cree improcedente comparar los gobiernos actuales con el de Trujillo porque son épocas distintas, “no había un desarrollo económico y social importante”.
Trujillo sólo pudo gobernar República Dominicana y entenderse si se enmarca en el contexto mundial de autoritarismo y crisis económica que vivía el mundo entre 1920 y 1930, dijo Taveras.
“No había espacio para el ejercicio democrático en latinoamérica ni en el mundo, había un problema de sobrevivencia”
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