El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales aclaró que las razones por la que se rechazó la introducción al país del abejorro conocido como Bombus Terrestris están basadas en un análisis exhaustivo del informe técnico que incluyó consultas con expertos nacionales y extranjeros, no en el argumento de algunos individuos que sólo valoran su beneficio económico.
En el periódico DominicanosHoy.com, se explica que en los últimos meses, dichos sectores han criticado la negativa del permiso de importación del mismo sin considerar el informe técnico científico emitido al analizar las consecuencias que trate este agente no nativo a la fauna y flora de la isla.
El informe realizado por el entomólogo Kelvin Guerrero, consultor ambiental y zoólogo, y que fue remitido al Ministerio de Agricultura basaba su negativa en que el abejorro en cuestión compite con visitantes florales nativos por el recurso de las flores, y con polinizadores nativos por sitios de nidificación.
El experto sugirió como alternativa el uso de especies nativas, en este caso xylocopa mordax, que es equivalente a la especie del género Bombus, ya que el abejorro, conocido también como Bumblebee, es un transmisor de organismos patógenos como virus, protozoarios, bacterias, a las especies nativas de polinizadores. Este abejorro también produce cambios a la producción de semillas de plantas nativas y poliniza malezas y plantas invasoras.
Además de basarse en el informe técnico, el Ministerio Ambiente consultó literatura y experiencias de los efectos negativos causados por esta especie al ser introducidas en países como México, Argentina y Chile, en los que se ha determinado que dicha especie es altamente invasora.
La introducción de especies exóticas es una de las causas de la pérdida de biodiversidad endémica y nativa, por lo que los países han optado por ser cautelosos al introducir especies exóticas en cumplimiento con el convenio de diversidad biológica del cual República Dominicana es signataria.
Esta especie de abejorro no se encuentra en ninguna de las Antillas, por lo que su introducción en la Hispaniola, podría ser catastrófica, precisamente por nuestra condición de isla.
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