Teherán.- El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, anunció anoche que un representante iraní se reunirá en octubre con miembros del denominado grupo 5+1 para impulsar la reanudación del diálogo nuclear.
En una rueda de prensa ofrecida en Nueva York y reproducida por la televisión estatal iraní PressTV, el mandatario anunció que su país está dispuesto interrumpir el proceso de enriquecimiento de uranio al 20 por ciento si logra las garantías de que el combustible nuclear le será suministrado desde el exterior.
"Estamos preparados para conversar. Las puertas están abiertas al diálogo, pero dentro del marco de la justicia y el respeto", destacó.
Ahmadineyad reveló que algunos representantes de citado grupo, integrado por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, se han reunido ya con el jefe de la diplomacia iraní, Manucher Motaki, al margen de la Asamblea de Naciones Unidas.
De la misma forma, sugirió que la fecha para la reanudación de los contactos se puede fijar una vez que la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, contacte con representantes iraníes.
"De acuerdo con los planes previos, posiblemente en octubre, un representante de Irán se reúna con un miembro del 5+1. Creo que Ashton, si contacta con un representante iraní, podrá fijar una fecha", señaló.
Ahmadineyad pronunció estas palabras pocos días después de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, volviera a repetir su oferta de diálogo a Irán.
"Esperamos que en octubre podamos estar preparados para reanudar el diálogo, aunque ya hemos dicho cuales son nuestras condiciones previas", agregó.
Gran parte de la comunidad internacional, con Washington a la cabeza, acusan a Teherán de ocultar, bajo su programa nuclear pacífico, otro de naturaleza clandestina cuyo objetivo sería la adquisición de armamento nuclear, alegación que Irán rechaza.
El régimen iraní anunció tiempo atrás que necesitaba combustible nuclear para el reactor de producción de isótopos médicos que tiene en la capital.
En noviembre del pasado año, Francia, Rusia y Estados Unidos ofrecieron a Teherán la posibilidad de intercambiar ese combustible por sus reservas de uranio al 3,5 por ciento, que son objeto, junto al enriquecimiento mismo, de las sospechas internacionales.
Irán puso trabas al acuerdo y en febrero de este año decidió enriquecer el uranio por sus propios medios, por lo que la comunidad internacional le impuso nuevas sanciones.
A este respecto, Ahmadineyad anunció anoche la disposición de su país a interrumpir el polémico enriquecimiento de uranio si recibe las garantías de que le será suministrado el combustible nuclear que demanda.
"No forma parte de nuestro interés enriquecer al 20 por ciento. Ellos (la comunidad internacional) han politizado la cuestión y nos hemos visto obligado a hacerlo para salvar a nuestros enfermos", afirmó.
"Estamos dispuestos a considerar la posibilidad de interrumpir el enriquecimiento desde el momento en el que recibamos el combustible nuclear que necesitamos", agregó.
En la misma línea, indicó que Irán permitirá las inspecciones de los expertos de la ONU, siempre que se respeten las normas y las regulaciones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
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