NUEVA YORK._ Los cadáveres hallados por perros de la policía del condado Suffolk en playas de Long Island, pertenecen a mujeres y las autoridades y residentes del área creen que un maniático las asesinó luego de seducirlas. Muchas elucubraciones se tejen en la ciudad, en tanto, la Oficina del Médico Forense realiza las autopsias a los restos de las féminas, ninguna de ellas identificada hasta el momento, aunque se sospecha que al menos dos de las víctimas, cuyos nombres fueron revelados por sus parientes, podrían estar entre las cuatro infortunadas.
La prostituta de New Jersey Shannon Gilbert, desaparecida el 1ro. de mayo de este año y Megan Waterman, oriunda de la zona y quien también desapareció misteriosamente en el mismo mes. El Buró Federal de Investigaciones (FBI) se integró a las pesquisas para colaborar y asesorar a los detectives de homicidios de Suffolk y la agencia ofreció todos los recursos disponibles para aclarar los asesinatos de las cuatro mujeres.
El comisionado de la policía del condado, Richard Dormer, dijo ayer miércoles en un comunicado que la tesis más socorrida sobre el caso es que el autor podría ser un asesino en serie o un maníaco que todavía pudiera estar al asecho de nuevas víctimas.
El sexo de los cadáveres fue determinado por un antropólogo forense de la ciudad. Los cadáveres aparecieron en las playas Oak, Cedar y Gilgo de Long Island. Familiares de mujeres desaparecidas hace meses, se mostraron devastados por la posibilidad de que algunos de los restos pertenezcan a sus parientes. El jefe de la policía dijo que preliminarmente no se “ve” que uno de los cadáveres sea el de la prostituta Gilbert.
Ella fue vista por última vez en mayo en el área de la isla Oak, una zona privada de tres kilómetros de extensión y en la que residen docenas de millonarios y ejecutivos de la clase alta. Un informe extra oficial sugiere que fue vista “jugueteando” sexualmente con un hombre del que fue interrogado y luego con un proxeneta con el que los detectives también hablaron.
La prostituta es ó era adicta a la cocaína y marihuana. En la residencia de un sospechoso identificado como “John” se dijo que él nunca había estado con la prostituta, pero un vecino, Gustavo Coletti de 75 años de edad, dijo que vio a la mujer casi cayéndose y pidiendo ayuda a gritos.
Cuando Coletti se ofreció para llamar a la policía, ella salió huyendo. Desde entonces, no se le volvió a ver. Vecinos dijeron que vieron una noche a uno de los hombres citados, metiendo “bolsas” grandes en un camión de mudanzas de la empresa “U-Haul” y que el movimiento les pareció sospechoso. “Ese hombre me dio escalofríos”, añadió uno de los declarantes.
“Empacaban rápidamente, sólo les tomó como 15 minutos, esa fue la última vez que lo vi, parecía un bicho raro”, agregaron los vecinos.
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