El Séptimo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional reenvió ayer para el 14 de febrero, el juicio preliminar contra el cirujano plástico Johan Manuel Tapia Bueno y la doctora Yomaira Altagracia Alberti, acusados de mala práctica médica. El juez interino Elías Santini aplazó la audiencia para que una de las querellantes, Erika Mercedes Ovando Rivas, constituyera una nueva defensa, alegando no conocer el proceso.
También fue suspendida a los fines de citar a tres testigos a descargo sugeridos por el actor civil.
Ya son cinco las audiencia que se han realizado en lo que va del proceso en esta fase preliminar en la que se decidirá si el imputado, quien está en libertad bajo garantía económica, será enviado o no a juicio de fondo.
Tapia Bueno está siendo demandado por diecisiete mujeres a las que les practicó cirugías plásticas, lipoesculturas, liposucciones y otras operaciones estéticas de las que luego salieron con daños físicos graves y emocionales.
Las demandantes son la comunicadora Hermes Meccariello, Ivette Isabel López, Emilia Báez, Minelis Venecia Martínez Bello, Carmen Dignora Feliz Marte, Elizabeth Gil Rojo, Sandra Miguelina Betances, Yoselìn Encarnación Tió, Dalida Castillo Matos, Arelis Rosicry Familia Suero y Ana Mercedes Brito.
Otras querellantes son Ruth Esther Soto Ruiz, Johanna Altagracia Bidó García, Miguelina Escobosa Lorenzo, Damiana Aquino Albue, Bienvenida Hernández Tolentino y Ovando Riva.
Todas sus víctimas alegan que resultaron con deformaciones y bacterias adquiridas por las malas cirugías que les practicó Tapia Bueno.En la acusación se establece que el 14 del 2008, Tapia Bueno y Alberti, en la clínica Brasil le practicaron a Minelis Venecia Martínez Bello una abdominoplastía, dándole de alta el día siguiente, indicándole unos analgésicos para el dolor, pero al cuarto día la paciente continuó con fuertes dolores, por lo que fue recluida en cuidados intensivos del Centro Médico Integral, donde le diagnosticaron una “septicemia y edema pulmonar” que le trajo luego más complicaciones y gastos de dinero.
Tapia Bueno está acusado también de ser autor material de golpes y heridas voluntarias, causadas por torpeza, negligencia, inadvertencia, imprudencia e inobservancia de los reglamentos y por haber operado en un establecimiento médico sin la debida habilitación legal.
La Fiscalía le atribuye, además, haber operado a muchos de sus pacientes en quirófanos ocultos, en la parte trasera de la primera planta de un edificio destinado para viviendas residenciales, sin cumplir con las normas sanitarias requeridas para tales fines.
Contra el médico pesa una medida de coerción que le fue impuesta el 25 de noviembre pasado por la jurisdicción de Atención Permanente, consistente en una garantía económica y presentación periódica a ese tribunal de la instrucción.
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