NUEVA YORK._ El doctor Héctor Cabral de 51 años de edad y cirujano plástico dominicano, que había sido arrestado el año pasado, tras denuncias de varias mujeres a las que desfiguró, fue acusado oficialmente ayer por la oficina del Procurador General del Estado de ejercer la medicina ilegalmente en Nueva York. El cirujano, que tiene una clínica en Santo Domingo pero reclutaba clientas en el Alto Manhattan, El Bronx, Queens y Brooklyn, visitaba con frecuencia salones de belleza y spa, negocios en los que se acercaba a sus víctimas para ofertarles el tratamiento, señalándoles las partes de sus cuerpos que según él, necesitaban liposucción.
El expediente de la fiscalía sostiene que Cabral esperaba en la República Dominicana a las mujeres para operarlas en su centro y les daba tratamiento post operatorio en apartamentos de Nueva York en un ejercicio ilegal de la medicina.
“Utilizó el truco de los precios baratos para atraer a sus víctimas”, dijeron los fiscales al hacer la acusación formal contra el cirujano dominicano. “Los costos supuestamente baratos que pagaron las víctimas a Cabral, se convirtieron en muy altos, luego que las desfigurara y les provocara graves infecciones, cicatrices y mucho dolor”, añade la fiscalía.
Algunas de ellas podrían quedar desfiguradas permanentemente. Cabral fue detenido y acusado formalmente el lunes de esta semana por detectives de la oficina del Procurador Estatal, Erich Schneiderman.
Se la acusa de práctica no autorizada de una profesión. Familiares del acusado salieron en su defensa. Una mujer que contestó una llamada en una residencia en Yonkers, la dirección de Cabral, identificándose como el “ama de llaves” describió al cirujano como un hombre maravilloso.
“Tiene que ser un error”, dijo María Jiménez. “En la República Dominicana ha sido un médico con licencia por casi 20 años y en Francia hizo un post grado de cirugía estética”, añadió.
Sostuvo la mujer que conoce a docenas de personas que se hicieron cirugías con Cabral y no han tenido ningún problema. Las denunciantes mostraron parte de sus cuerpos con horribles cicatrices y desfiguraciones en los vientres, las caderas y las nalgas.
El expediente de los fiscales dice que no sólo desfiguró los cuerpos de sus víctimas, sino que con ello, también destruyó sus vidas y casi mata a una de ellas.
Cabral cobraba miles de dólares, agregan los fiscales y en el caso de Lisette Mejía, una compatriota suya de 28 años de edad, le cobró $3.500 dólares por una liposucción que la dejó al borde de la muerte.
Ella sufrió quemaduras graves en la cintura, el estómago y la espalda que3 la dejaron desfigurada. “Fui donde él paras que me pusiera bella y sin embargo salí convertida en un monstruo. Lo he perdido todo”, añadió la dominicana.
Dijo que fue intervenida por Cabral Guerrero en la clínica CIPLA en Santo Domingo en abril del 2009, pero que la primera consulta la hicieron en Nueva York. El cirujano fue arrestado por la policía en un apartamento del edificio 8925 en la avenida Helmhurst de Queens.
Otra víctima, Herminia Jordán de 36 años de edad y quien asegura que ya era una mujer hermosa, pero no estaba contenta del todo y cómo se veía, acudió a Cabral y sufrió también serias quemaduras, quedando en estado crítico, por lo que tuvieron que hacerle transfusiones de sangre de emergencia y le inyectaron penicilina, aunque advirtió que es alérgica a ese medicamento.
“Salí botando espuma por la boca, quejándome mucho y me desmayaba, pero lo único que a ellos les importa el dinero y la cantidad de pacientes que puedan reclutar”, expresó Jordán.
Las mujeres sostienen que Cabral las recibía en el apartamento de Queens donde les daba el tratamiento “post quirúrgico” pero que eran operadas en Santo Domingo. El canal local 47 de la cadena Telemundo dijo anoche que reporteros de su filial Telenoticias en el país caribeño trataron de buscar reacciones en la referida clínica, pero fueron enfrentados por guardias de seguridad.
Una mujer que abrió la puerta en el apartamento en el que fue detenido Cabral en Queens, negó que allí se diera tratamientos a mujeres luego de las cirugías. La declarante no se identificó.
Admitió que en la vivienda, sólo se invitó a una cena a potenciales clientes de Cabral Guerrero, pero nunca se operó a nadie. Testigos dijeron a la policía que veían a docenas de mujeres esperando turno para ver a Cabral.
Podría enfrentarse hasta 4 años en la cárcel si es hallado culpable. Las víctimas anunciaron que también lo demandarán para recuperar el dinero que le pagaron y miles de dólares invertidos en tratamientos post operatorios.
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