Los casos en que más de un miembro de una misma familia incurre en el narcotráfico, son una práctica común. En los archivos de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) reposan casos como el de los cuatro hermanos Florián Féliz, un primo de ellos y la compañera sentimental del asesinado capo Rolando Florián Féliz.
De esa familia, además de Rolando, hay fichas en la DNCD de Juan Danilo, Eddy Gabriel y Otoniel. También un primo de los Florián Féliz, Ariel Reyes Féliz.
Igualmente, en el más reciente y sonado caso de drogas, el del capo boricua José David Figueroa Agosto, su hermano Jorge Figueroa Agosto enfrenta cargos por narcotráfico en Puerto Rico.
Otro es el de Nilson Alcántara Estefan, que en el 2002 fue atrapado con mil 400 kilos de cocaína y sus hermanos Fangel Yavet y Angélica María, tienen fichas en la DNCD por narcotráfico. También, los de Luis Soto Báez y el de su esposa Yaniris Navarro y Quirino Ernesto Paulino Castillo y su esposa, Belkis Ubrí. Ayer el presidente de la DNCD, Rolando Rosado Mateo, dijo que es una práctica habitual que varios miembros de una familia incurran en el microtráfico de estupefacientes y puso varios ejemplos.
Mientras, el sociólogo José Antinoe Fiallo y el sacerdote Manuel Ruiz coinciden en que el tipo de sociedad que se está construyendo en República Dominicana ha corrompido a la familia hasta el punto que padres, madres e hijos se combinan para dedicarse a negocios ilícitos como el de las drogas.
Ruiz calificó de sumamente preocupante la situación y llamó a la unidad de todos los sectores para enfrentar el mal. Dijo que el narcotráfico ha penetrado tanto en el país que ha logrado permear los cuerpos de investigación, la Justicia y muchas áreas de la sociedad sin que haya una respuestas contundente en contra del flagelo.
Ruiz consideró que lo fundamental es mejorar la familia, porque “si seguimos haciendo simposios y teorizando y buscando expertos internacionales y no nos ocupamos de la familia, no vamos a tener nada más que titulares en los periódicos”.
Para Fiallo hay que analizar la situación desde la realidad de que hay sectores de la población que buscan la sobrevivencia y otros acumular riquezas.
“Hay que reflexionar sobre qué tipo de sociedad se está construyendo y organizando que está llevando a esas circunstancias”, opinó el sociólogo.
Hay familias que cometen atracos
Las familias no solo se asocian para el negocio de las drogas, sino también para cometer asaltos, como es una de Los Mina, en Santo Domingo Este, de la que al menos diez de sus miembros se dedican al robo y muchos de ellos han estado detenidos, pero las autoridades los sueltan a cambio de dinero, según fuentes.
El presidente de la DNCD citó, durante el Almuerzo de Multimedios del Caribe, casos específicos de familias de distintos sectores vinculadas con el negocio de las drogas. Un caso que no citó, pero que es conocido en la DNCD es el de una madre, en el sector Cansino Adentro, en Santo Domingo, que cuando su vástago cae preso por distribución de drogas ella trafica con sustancias controladas desde un punto para diligenciar su libertad.fuente el caribe .com.do
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