Personalidades nacionales e internacionales, dirigentes políticos, comunitarios, sociales y organizaciones de la sociedad civil, consideran que la democracia nacional sufrió un tropiezo, que todavía deja ver sus repercusiones, con el golpe de Estado a Juan Bosch, hace 50 años.
El profesor Bosch fue el candidato presidencial del Partido Revolucionario dominicano para las elecciones del 20 de diciembre de 1962, donde su principal rival era el doctor Viriato Fiallo, un antitrujillita que no salió al exilio, y que era el aspirante de la Unión Civica Nacional. La victoria del PRD fue contundente, y el 27 de febrero de 1963, Bosch y Segundo Armando González Tamayo tomaron posesión como nuevo Presidente y Vicepresidente de la República Dominicana.
Desde el primer día, asomó el fantasma de la conspiración de sectores de la sociedad civil, militares y la iglesia católica. Desde la campaña electoral, segmentos de la Iglesia Católica se opusieron al PRD y a Bosch, y horas antes de los comicios Bosch tuvo un enfrentamiento a través de la televisión con el padre jesuíta español Lautico García Alvarez, quien lo acusaba de ser simpatizante de grupos comunistas.
El 29 de abril, se promulgó una nueva constitución liberal. La nueva Carta Magna concedía la libertad que los dominicanos nunca habían conocido. Entre otras cosas, declaró los derechos laborales, y mencionó los sindicatos, las mujeres embarazadas, las personas sin hogar, la familia, los derechos del niño y los jóvenes, los agricultores, y los hijos ilegítimos.
La crisis final que llevó al golpe de Estado se inició con movilizaciones y un paro cívico militar el 20 de septiembre. Cinco días después fue tumbado el gobierno Constitucional. Sin embargo, militares y civiles leales al derrocado presidente levantaron la consigna de retorno a la constitucionalidad sin elecciones, lo que dio pie, unos dos años después, a la revolución del 24 de abril de 1965.
El lema central de la revolución era el retorno al poder de Juan Bosch, y que se diera vigencia a la constitución proclamada el 29 de abril del año 1963. Para el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) el golpe de Estado al gobierno del Profesor Juan Bosch, es un “doloroso y nefasto episodio”, que abruptamente terminó con un gobierno que democráticamente había restablecido las libertades públicas, los derechos humanos, económicos y sociales, rescatando la dignidad del pueblo dominicano tiránicamente subyugada por más de treinta años.
Mientras que el ex presidente Leonel Fernández opinó este martes que el golpe de Estado representa una mancha y una vergüenza en la historia. Indicó que luego de 30 años de tiranía los dominicanos acudieron a las urnas deseosos de contribuir a un sistema democrático, aspiración que fue frustrada por el golpe de Estado.
A su juicio, “los resentimientos de grupos de poder económico y social condujeron a la intolerancia y a la intransigencia frente al gobierno de Bosch, lo cual condujo a su derrocamiento”.
Por otra parte, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto de Resolución que recuerda y condena el derrocamiento del gobierno constitucional y democrático que presidiera el Profesor Bosch. Asimismo, el presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, opinó que el golpe de Estado al gobierno democrático de Juan Bosch "es una página nefasta en la historia política nacional".
Dijo que las autoridades perredeista reivindican las esencias institucionalistas que inspiraron el gobierno de Bosch. Declaró que el PRD asume, como parte de su compromiso programático, los principios democráticos y sociales de la Constitución de 1963, aprobada por el congreso de mayoría perredeísta y promulgada por el presidente Bosch. Mientras que el senador Tommy Galán aboga por el fortalecimiento de la democracia, teniendo como estandarte al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y otras organizaciones políticas, abanderadas del progreso y la libertad.
Al analizar los 50 años del derrocamiento del gobierno encabezado por Juan Bosch, opinó que ese tipo de acciones son cosas del pasado en la República Dominicana. “En esta fecha histórica y de triste recordación los dominicanos han reafirmado con fuerza y temple de acero su compromiso con la defensa y fortalecimiento de las libertades en todas sus manifestaciones”, expuso.
A si mismo el Miguel Mejía presidente del MIU dijo que a cincuenta años del Golpe de Estado contra Bosch, “hoy como ayer, con los principios no se negocia”.
“Hace hoy cincuenta años, un hombre confinado en el Palacio Nacional, rodeado de militares golpistas amenazantes, despojado por la fuerza de su condición de Presidente Constitucional de República Dominicana, vencía a sus enemigos con unas simples frases escritas a mano, en un trozo de papel”, expresó Mejía
Juan Bosch fue derrocado, el 25 de septiembre de 1963, por un grupo degolpistas que invadieron su la casa, buscando pruebas de su enriquecimiento ilícito, las riquezas que le suponían y solo hallaron un puñado de libros, una maquinilla de escribir y muebles corrientes, comprados a plazo, en la casa prestada por un amigo en la que vivía. Expresó el dirigente
No hay comentarios:
Publicar un comentario