El preso, identificado como Walter Leandro Castro, se fugó este lunes cuando se recuperaba en la enfermería de las lesiones que había sufrido en una pelea dentro de la misma cárcel.
Las autoridades de Río Negro sospechan de que el fugado contó con la complicidad de los vigilantes, dados los últimos casos de fugas que se han dado en los últimos días tanto en el penal de Viedma como en el vecino de General Roca.
"Estos casos nos llevan a pensar en una malintencionalidad explícita y una posible asociación ilícita del personal penitenciario con los mismos internos" aseguró en declaraciones a los medios el ministro de Gobierno de Río Negro, Luis di Giácomo.
El pasado jueves, tres presos se fugaron de la prisión de Viedma escapando por uno de sus techos.
Un día después, otros dos detenidos lograron huir de un patrullero policial cuando eran trasladados para realizar un trámite judicial.
"El personal penitenciario no tomó los recaudos habituales. No trabaron las puertas traseras y no les colocaron previamente las esposas a los detenidos que trasladaban; además, cuando el vehículo quedó detenido en el tránsito y los presos escaparon, no hicieron nada por perseguirlos", sentenció Di Giácomo.
Respecto a la última fuga, el ministro de Gobierno afirmó que fue "la más absurda de todas", ya que el interno "le pidió al celador de guardia que le llevara una nota a la dirección del penal, a lo que éste accedió sin cerrar ninguna de las puertas de salida" de la enfermería. EFE
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