Justamente hace un mes que el Ministerio de Salud Pública habilitó nueva vez la clínica de estética Plástica Contreras y desde ayer volvió a la palestra pública tras la muerte de una paciente que fue a hacerse una lipoescultura.Sharileni Cedeño Abreu de 23 años, no imaginó que su sueño de tener “el cuerpo perfecto” terminaría la tarde del jueves en el quirófano del doctor Edgar Contreras y sería el referente para que su amiga Tifani Concha no se someta a la cirugía plástica.
Este hecho, se sumaría a los múltiples casos de “mala práctica médica o negligencia médica”, que figuran en el curriculum de quien no es miembro de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (Sodocipre).
Los tres hermanos Contreras, Juan Francisco, Frank y Edgar han sido acusados por familiares y pacientes de estos que obtuvieron resultados nunca esperados.
La muerte, amputaciones o cicatrices. En 1998 la puertorriqueña Dhelmaryz Ríos Riveras murió tras practicarse una cirugía estética con Edgar. Previo a que esa joven de apenas 26 años de edad muriera, los médicos en Puerto Rico le amputaron las dos piernas y algunos dedos de las manos para ver si así le salvaban la vida pero esto fue imposible.
La periodista Isabel Vargas murió en 1999 de un infarto luego de la liposucción que este le practicó, en esa ocasión le habían cerrado la clínica y le habían quitado la licencia para ejercer, pero luego apeló la decisión y recuperó su licencia para operar.
En 2003, la actriz puertorriqueña Sandra Rodríguez también fue víctima de mala práctica médica, a los pocos días cae en cama con fiebre por la infección que adquirió y tuvo que salir del país para extraerse los implantes mamarios.
Ángela Rosario murió en el 2005, debido a problemas respiratorios que presentó dos días después de haberse hecho una “lipo”. En 2006 a Arlette Hernández le perforaron el pulmón y Elisa González, en 2007 también tuvo una mala práctica.
Rosemary Batista y otras tres mujeres sometieron al galeno a la Justicia pero fue dejado en libertad condicional y obligado al pago de una fianza de 500 mil pesos por la jueza Margarita Cristo Cristo de la oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional.
Ante todas esas acusaciones, de las cuales ha salido airoso el cirujano, los familiares de la joven Cedeño entienden que existe cierto nivel de complicidad entre las autoridades y el médico, ya que según expresa Lourdes Abreu, Salud Pública y el Ministerio Público, no han actuado como es debido.
De acuerdo a un comunicado de la Clínica Contreras, la joven que desde hace más de un año estuvo ahorrando los más de 2,500 dólares a través de su trabajo como asistente médico en Estados Unidos para hacerse la lipoescultura, murió producto a un laringoespasmo.
Tifani Concha, amiga de la fallecida, dijo que pidió su dinero de regreso y no se someterá al procedimiento. Recapacitó y dijo que “cada mujer debe amarse a sí misma” tal como es.
En junio del año pasado, la Dirección General de Habilitación y Acreditación del Ministerio de Salud Pública clausuró provisionalmente los quirófanos de referido centro, por violación a la Ley General de Salud 42-01 y su reglamento 1138-03. El 21 de octubre fue habilitada.
Hermanos también acusados por mala práctica
El hermano del cirujano, Juan Contreras, fue también ante los tribunales por la muerte de Rosario Peña Encarnación en la década de los 90, pero años después fue descargado por la Sexta Sala Penal del Distrito Nacional. Mientras que Frank fue sometido por esos mismos cargos por la muerte de Altagracia Peña, en Puerto Rico.
Este hecho, se sumaría a los múltiples casos de “mala práctica médica o negligencia médica”, que figuran en el curriculum de quien no es miembro de la Sociedad Dominicana de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Estética (Sodocipre).
Los tres hermanos Contreras, Juan Francisco, Frank y Edgar han sido acusados por familiares y pacientes de estos que obtuvieron resultados nunca esperados.
La muerte, amputaciones o cicatrices. En 1998 la puertorriqueña Dhelmaryz Ríos Riveras murió tras practicarse una cirugía estética con Edgar. Previo a que esa joven de apenas 26 años de edad muriera, los médicos en Puerto Rico le amputaron las dos piernas y algunos dedos de las manos para ver si así le salvaban la vida pero esto fue imposible.
La periodista Isabel Vargas murió en 1999 de un infarto luego de la liposucción que este le practicó, en esa ocasión le habían cerrado la clínica y le habían quitado la licencia para ejercer, pero luego apeló la decisión y recuperó su licencia para operar.
En 2003, la actriz puertorriqueña Sandra Rodríguez también fue víctima de mala práctica médica, a los pocos días cae en cama con fiebre por la infección que adquirió y tuvo que salir del país para extraerse los implantes mamarios.
Ángela Rosario murió en el 2005, debido a problemas respiratorios que presentó dos días después de haberse hecho una “lipo”. En 2006 a Arlette Hernández le perforaron el pulmón y Elisa González, en 2007 también tuvo una mala práctica.
Rosemary Batista y otras tres mujeres sometieron al galeno a la Justicia pero fue dejado en libertad condicional y obligado al pago de una fianza de 500 mil pesos por la jueza Margarita Cristo Cristo de la oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional.
Ante todas esas acusaciones, de las cuales ha salido airoso el cirujano, los familiares de la joven Cedeño entienden que existe cierto nivel de complicidad entre las autoridades y el médico, ya que según expresa Lourdes Abreu, Salud Pública y el Ministerio Público, no han actuado como es debido.
De acuerdo a un comunicado de la Clínica Contreras, la joven que desde hace más de un año estuvo ahorrando los más de 2,500 dólares a través de su trabajo como asistente médico en Estados Unidos para hacerse la lipoescultura, murió producto a un laringoespasmo.
Tifani Concha, amiga de la fallecida, dijo que pidió su dinero de regreso y no se someterá al procedimiento. Recapacitó y dijo que “cada mujer debe amarse a sí misma” tal como es.
En junio del año pasado, la Dirección General de Habilitación y Acreditación del Ministerio de Salud Pública clausuró provisionalmente los quirófanos de referido centro, por violación a la Ley General de Salud 42-01 y su reglamento 1138-03. El 21 de octubre fue habilitada.
Hermanos también acusados por mala práctica
El hermano del cirujano, Juan Contreras, fue también ante los tribunales por la muerte de Rosario Peña Encarnación en la década de los 90, pero años después fue descargado por la Sexta Sala Penal del Distrito Nacional. Mientras que Frank fue sometido por esos mismos cargos por la muerte de Altagracia Peña, en Puerto Rico.
Cadáver será llevado a Estados Unidos
El cuerpo de Cedeño Abreu se encuentra en el Instituto de Patología Forense, donde se determinará las causas del deceso. Una vez les sea entregado el cuerpo a los parientes, iniciarán los trámites para llevarla a Estados Unidos, donde reside su madre. “Yo no estaba de acuerdo con que ella viniera hacerse ese procedimiento. Yo le dije, ay mi hija, tú estás bella, no necesitas eso”, expresó con pesar Máximo Cedeño, padre la víctima. Expresó que de acuerdo a las analíticas todo estaba bien por lo que asegura que el fallo pudo estar en los médicos, razón por la que no descartan presentar cargos contra el centro estético y el doctor Contreras. “Algo no andaba bien, algo caminó mal y no con ella sino con ellos los que la trataron. Porque si es verdad que ellos estaban preparados como tenían que estar preparados, no le hubiese sucedido eso, ellos hubiesen prevenido cualquier cosa que le hubiese sucedido”, refirió.
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