El dominicano utiliza nombres jocosos para el dinero. En el país es común escuchar a alguien decir “no tengo ni un chele”; “tengo un clavo por ahí”; o “ese parece que está forrado en cuarto”.
Cada uno de esos términos tiene una pequeña historia documentada en el folleto “Historia popular de la moneda dominicana” elaborado por el Museo Numismático y Filatélico del Banco Central (BCRD).
El cuarto era una antigua moneda fraccionaria española utilizada durante la época de la colonia que popularmente la gente llamaba “cuartillos” o “cuartos”. Este último término comenzó a usarse como sinónimo de dinero y la frase “tener cuartos” para referirse a alguien rico.
Cuando en el país se adoptó el sistema de pesos y centavos el pueblo comenzó a llamarle “clavao” o “clavados”. Aunque la razón de este nombre no está bien clara, se dice que le llamaban así por el tipo de envase en el que venían, que era muy parecido a los barriles en que se importaban los clavos.
“Otros aseguran que se les dio el nombre por la costumbre de clavarlos en los mostradores de las tiendas y en las puertas de las casas o porque el que los recibía quedaba “clavao” debido al escaso valor que representaban”, se reseña en la historia.
Se dice que alguien está “clavao” o tiene un “clavo” cuando tiene algún ahorro oculto.
El término “chele” cree que proviene de chelín, una moneda extrajera con la cual la “palmita” o “chele de palmita” tenía gran parecido, según explicó una guía del citado museo a LISTÍN DIARIO.
En nuestra edición de mañana lunes encontrará más informaciones acerca de la historia de la moneda dominicana.
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