A pesar de algunos controles de prevención, en Pedernales se percibe mucho contacto directo entre dominicanos y haitianos a través de la actividad comercial. No hay retretes ni lavamanos en el mercado como en otros puntos y los extranjeros logran vender sin obstáculo la ropa usada que las autoridades dominicanas han prohibido.
Ansa a Pitre-Pedernales. Las medidas de prevención del cólera en la frontera que divide a Haití con la República Dominicana, en la provincia de Pedernales, son menores que en otras zonas del país.
A pesar de que todos los organismos del Estado destacados en el lugar están activados y la migración desde Haití ha sido restringida, los habitantes de las comunidades a ambos lados de la frontera se mantienen en contacto.
Los lunes y viernes, el mercado binacional se lleva a cabo sin ningún inconveniente cerca del río Pedernales, que divide al municipio cabecera con Ansa-a-Pitre. Se estima que 2,500 personas participan de la compra y venta de distintas mercancías.
Distinto a otras zonas fronterizas, aquí los haitianos cruzan sus productos a tierra dominicana los días de mercados, y los comercializan en un espacio cercado y vigilado por militares dominicanos.
Falta prevención. En otros lugares fronterizos las autoridades han colocado colcha espuma empapada con cloro en la puerta de entrada para que toda persona o vehículo que cruce sea impregnado, pero en Pedernales no.
Los vehículos lavan sus neumáticos en el río Pedernales, por donde se ven obligados a cruzar debido a que no hay un puente que una a las dos comunidades.
Tampoco hay lavamanos ni letrinas y los haitianos pueden comercializar ropa usada, además de alimentos crudos y cocidos, pero sólo en las instalaciones del mercado que está aproximadamente a un kilómetro de la ciudad de Pedernales.
Las autoridades de salud son rigurosas en el monitoreo de quienes entran a suelo dominicano y observan síntomas que sospechen tengan la enfermedad.
Además se despliega una campaña de información mediante afiches colocados en la puerta de entrada: También se ofrecen charlas preventivas tanto en Ansa-a-Pitre como en Pedernales.
En esa parte del país todavía no se ha reportado ningún caso de cólera, de acuerdo con las autoridades de salud y militares enviadas al lugar.
Migración. El encargado de Migración en Pedernales, Darío Estévez, informó a Hoy que el flujo migratorio ha bajado más de un 50% desde que se informó del cólera en Haití, en octubre pasado.
Como en toda la frontera, sólo se permite el acceso de personas con su visa o permiso para ingresar a territorio dominicano, como es el caso de estudiantes, previo a su observación por las autoridades de salud.
Aquí la población haitiana, que de acuerdo con el encargado de Migración es casi el doble de la dominicana, se mantiene en calma y no presionan para cruzar como ocurre en Dajabón.
Autoridades de salud a la cabeza
A lo largo de la frontera, desde Elías Piña hasta Pedernales, las autoridades de salud son las que tienen el control del trabajo preventivo con el apoyo de militares y de las demás instituciones oficiales.
Equipos de profesionales, en el que se destacan epidemiólogos llevan la vigilancia permanente. La comisión preventiva levanta informaciones como la cantidad de comunidades, habitantes y llevan a cabo campaña de orientación y prevención para detectar y tratar los casos sospechosos de cólera.
También cuentan con suficientes medicamentos para atender a los pacientes durante el tratamiento que dura tres días y que se fundamenta básicamente en la rehidratación de la persona y la eliminación de la bacteria mediante la toma de seis pastillas. La enfermedad del cólera ha matado a cerca de 1,800 personas en Haití en menos de dos meses y miles de personas han sido hospitalizadas. De ahí el cuidado de las autoridades dominicanas.
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