La República Dominicana tiene un pleito casado con el acorralado gobierno del presidente Maduro de Venezuela, por el reconocimiento del líder de la Asamblea Nacional, como presidente interino, y la sociedad con la Refinería Petróleos de Venezuela, PDV, propiedad estatal.
Al reconocer a Juan Guaidó, quien no perdió tiempo en nombrar un embajador en Santo Domingo que se ocuparía del engorroso problema político y diplomático por el 49% de las acciones de la REFIDOMSA que tiene Venezuela, la parte dominicana asumió todas las consecuencias.
La principal consecuencia es reconocer también que al gobierno del presidente interino Guaidó le corresponderá apoderarse de las acciones de la empresa refinadora, que al parecer trataron de vender al presidente Nicolás Maduro en una negociación que no tomó en cuenta la grave crisis.
Para resolver el problema, la parte dominicana tendía que comprar barato a fin de evitar el conflicto actual ya que desde que Estados Unidos impuso sanciones a Venezuela ni un solo dólar se tramita a través de los bancos norteamericanos o sus corresponsales en República Dominicana.
Como los temas de la REFIDOMSA se manejan con el mismo sigilo del sector financiero, no es difícil conocer cuáles han sido los dividendos que la parte venezolana ha recibido y qué montos tiene depositados en el Banco de Reservas, adonde deben situarse los caudales de esa empresa.
En su condición de parte mayoritaria en el negocio que se hizo cuando el régimen de Maduro estaba boyante y muy quitado de bulla sobre lo que la oposición traería en el futuro, a la dominicana le toca la presidencia de la compañía, para lo cual fue designado hace seis años Félix Jiménez, Felucho.
Se dice que Jiménez, sin experiencia en materia económica o empresarial excepto sus propias compañías inmobiliarias y de otro tipo, viajó varias veces a Caracas, la capital de Venezuela para negociar al más alto nivel la compra de las acciones de Petróleos de Venezuela, sin llegar a acuerdo alguno.
El gobierno del presidente Medina habría decidido hace tiempo adquirir la parte venezolana de la empresa ante la reticencia del sector privado dominicano de asumir la negociación y entrar en posesión del 49% de una empresa que se dice es bastante gananciosa.
La empresa, originalmente resultado de una alianza entre el gobierno dominicano y la inglesa Shell está sobrancera. Desde 2014 ha gastado más de 100 millones de pesos a través de su Fundación en obras sociales. Ahora, en medio de la crisis, prepara una gran fiesta para celebrar su 46 aniversario.
Las sanciones de USA
Las sanciones impuestas por Estados Unidos y los países europeos que reconocen a Guaidó, entre otras cosas para evitar la repatriación de capitales y cualquier negocio que pudiera beneficiar al régimen de Maduro, ha dejado ese tema en el limbo y al presidente venezolano turbado.
Las sanciones impuestas por Estados Unidos y los países europeos que reconocen a Guaidó, entre otras cosas para evitar la repatriación de capitales y cualquier negocio que pudiera beneficiar al régimen de Maduro, ha dejado ese tema en el limbo y al presidente venezolano turbado.
La designación de Eusebio Carlino como embajador extraordinario y plenipotenciario de Venezuela, creó un conflicto político-diplomático entre los dos países, manejado con sordina, puesto que hasta hace días estaba aferrado a su puesto de embajador el madurista, Ali Uzcategui.
Uzcategui estaba recientemente entre los invitados de honor de la V Asamblea Nacional de Dirigentes del Movimiento Izquierda Unida, MIU. En su nota sobre el evento LISTÍN DIARIO tituló: “El MIU defiende a Cuba y Venezuela”. Los gobiernos de ambos países están en la tablita de picar del presidente Trump.
El MIU es un fenómeno extraño en la administración del presidente Medina. Su líder, Miguel Mejía, quien apoyó al gobernante actual en las elecciones pasadas, tiene rango de ministro y se le considera como el vínculo con los países de la izquierda radical, entre ellos Corea del Norte y Vietnam. Se cree que en la Cancillería, que dirige con bastante aplomo Miguel Vargas Maldonado, se le odia, aunque guardan las apariencias debido a que lo ampara un decreto motivado por los votos con los que pudiera contar el MIU en caso de necesidad en el 2020.
En algún sentido ha sido engorroso para la parte RD desprenderse de la presencia en Santo Domingo del embajador madurista luego de que se reconociera a Guaidó y él nombrara su embajador. No es usual que en un país reclamen la acreditación dos embajadores. La Cancillería dominicana se ha cuidado de pedir la salida del embajador Uzcategui y del personal diplomático. Una medida de esa naturaleza tendría que ser acompañada con el retiro del plantel dominicano de la misión en Caracas, ahora al mando de un Encargado de Negocios interino.
Medina en Mar-a-Lago
El presidente Medina participa el fin de semana en la reunión convocada por el presidente Donald Trump, junto a los líderes de Jamaica, Haití, Bahamas y Santa Lucía. los temas son la paz en la región con énfasis en la democracia en Venezuela, dijo la Casa Blanca.
El presidente Medina participa el fin de semana en la reunión convocada por el presidente Donald Trump, junto a los líderes de Jamaica, Haití, Bahamas y Santa Lucía. los temas son la paz en la región con énfasis en la democracia en Venezuela, dijo la Casa Blanca.
A Medina se le distinguió al ser colocado en la mesa de trabajo de la reunión de ayer en el asiento frente al gobernante norteamericano. La invitación a Haití podría verse como un desagravio por haberle llamado el año pasado “letrina” junto a El Salvador y África.
Trump quiere que la República Dominicana se alinee con su política contra el presidente Maduro, que con el aumento de las sanciones, podría motivar un alzamiento militar o una decisión de anticipar las elecciones de acuerdo con indicaciones de la comunidad internacional. Y que deje los amoríos con China.
Se cree que la asociación con la Refinería y el agradecimiento por la ayuda de Petrocaribe en el pasado, hicieron que el presidente Medina fuera reticente a asumir la posición norteamericana en la OEA, aunque luego varió el enfoque.
Para la causa del presidente Medina, de quien se dice que aspira a reelegirse, la reunión de Mar-a-Lago es un éxito si se piensa que Estados Unidos no tomará partido en la elección de 2020 porque sería peor para su causa que ganara un aspirante presidencial desconocido.
Los adversarios de Medina esperan que los resultados de la reunión de la Casa Blanca de verano terminen a la postre perjudicando al mandatario, quien supuestamente anunciará su decisión de aspirar la candidatura del Partido de la Liberación Dominicanade aquí a junio. No se sabe cómo podría ser posible.FUENTE LISTIN DIARIO