domingo, 24 de abril de 2011

Abril: la cotidianidad en la Zona Liberada

GUERRA DE ABRIL DE 1965 MILITARES Y CIVILES SE INTEGRARON PARA REPONER EL ESTADO DE DERECHO EN LA GESTA DEL AÑO 1965 Santo Domingo

El 25 de septiembre de 1963 oficiales de las Fuerzas Armadas, en contubernio con sectores económicos, religiosos y políticos contrarios a las medidas democráticas implementadas por el presidente Juan Bosch, materializaron un golpe de Estado que terminó con el primer gobierno libremente elegido después de los 30 años de dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.

El hecho se produjo a pesar de que la plana de jóvenes oficiales dirigida por el coronel Rafael Fernández Domínguez, fiel a Bosch, había hecho diferentes maniobras para impedirlo. Antes y después del rompimiento del orden constitucional, el Movimiento 14 de Junio y otras fuerzas políticas advirtieron las consecuencias sociales de la desobediencia de la jefatura militar.

El 28 de noviembre de 1963 los catorcistas, dirigidos por Manolo Tavares Justo, se levantaron en armas “en las escarpadas montañas” de la Cordillera Central, y declararon la guerra al gobierno provisional del Triunvirato.

A pesar de que el movimiento armado fue brutalmente reprimido por las tropas de las Fuerzas Armadas, el germen de una revuelta popular quedó esparcido por todo el territorio nacional.

El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y los militares que seguían al coronel Fernández Domínguez y al presidente Bosch, comenzaron a hilvanar una conspiración para enfrentar a los golpistas y restablecer la Constitución de 1963.

El contragolpe se desencadenó en las primeras horas del sábado 24 de abril de 1965, con el apresamiento de la Jefatura de Estado Mayor del Ejército Nacional.

La conspiración
El coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez y el capitán Mario Peña Taveras detuvieron al general Marcos Rivera Cuesta y a sus oficiales.

Coordinaron de inmediato el levantamiento de los campamentos 16 de Agosto y 27 de Febrero, y llamaron al programa Tribuna Democrática, voz del PRD, para que José Francisco Peña Gómez convocara a la población a las calles, pues en ese momento, a las 2:00 de la tarde, soldados dominicanos, por primera vez en la historia nacional, iniciaban una revuelta armada para reponer las bases del sistema democrático. Así iniciaba la Guerra de Abril.

LIDERAZGO DE LA ZONA LIBERADA CORONEL CAAMAÑO
El llamado de José Francisco Peña Gómez al pueblo, a través de Tribuna Democrática, puso a todo el país en vilo. Los militares constitucionalistas sacaron las armas de los campamentos que tomaron y las entregaron a la población civil. Entre el 24 y el 26 de abril, un coronel del Ejército Nacional que había sido comandante de los “cascos blancos”, emergió como líder de la gesta, y encabezó las acciones de organización y dirección de la zona liberada: Francisco Alberto Caamaño Deñó................Intentó llevar la batalla a las provincias,,Santo Domingo

La maestra Cristina Díaz no recuerda cómo se bañaba ni cómo dormía durante los días de batalla de 1965. En aquel tiempo la vida era tan intensa que su mente no consiguió aferrarse a los detalles de la cotidianidad. Estaba atenta a las funciones de logística, abastecimiento y comunicación de los comandos del movimiento 14 de Junio. Fue una de las mujeres que recibieron e impartieron instrucción de combate en la Academia Militar 24 de Abril, y perteneció al grupo de revolucionarios que debía extender la acción popular a las principales provincias de la República, con la anuencia del presidente Francisco Alberto Caamaño Deñó.

“Viajé mucho hacia el interior, a llevar las armas, a llevar compañeros. Recuerdo que un día llevamos dos hombres rana.

Usamos un vehículo Ford Falcon, que tenía un espacio vacío entre el sillón y el baúl. Ahí llevábamos una bazuca desarmada”, cuenta, muy pendiente de no olvidar a sus compañeros de misión: Marcelo de la Cruz, Jochy Valerio, Luis Parris, Bienvenido Leal Prandy (La Chuta), Ulises Cerón e Ivelisse Acevedo Gautier.

Los intentos de expansión de las fuerzas constitucionalistas, dice Díaz, costaron la vida de valiosos dominicanos y dominicanas que tenían que atravesar los controles de seguridad impuestos por las tropas invasoras. Ella reconoce que siempre tuvo miedo, como todo ser humano.

Pero no permitió que el sentimiento entorpeciera las tareas patrióticas, que hoy desempeña desde otras trincheras.

“Después que decidí no militar en ninguna agrupación, opté por dar en las aulas lo que ya no iba a dar en las organizaciones políticas. Tengo toda la vida tratando de ayudar al que lo necesita, dándole al pueblo dominicano lo poco que tengo”, dice la mujer que es maestra de Letras de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) desde 1968.

Con 43 años de experiencia docente, ha entregado a las aulas nacionales una bibliografía reconocida por sus importantes aportes al estudio del idioma castellano.

Atenta y respetuosa de la memoria histórica de los combatientes de Abril, pidió al LISTÍN DIARIO resaltar a los habitantes de San Francisco de Macorís que en 1965 también alzaron la voz por la constitución y la vida democrática.

AULAS COMO TRINCHERAS
43
DOCENCIA

Imparte docencia hace 43 años en la UASD.

1993 Sale y regresa a las aulas
En 1993, Díaz recibe la jubilación de la UASD.

Pero no puede estar lejos de las aulas y regresa en 1994. La educación es su vida.

UNA DOCENTE REVOLUCIONARIA
APORTES

La experiencia docente de Cristina Díaz le ha permitido escribir varios libros de texto para la enseñanza universitaria de Letras.

EN 1977
publicó "Experiencias Didácticas", el cual ganó el premio de literatura didáctica de la entonces Secretaría de Educación.

LENGUA ESPAÑOLA, práctica y evaluación es el título de otra de sus publicaciones. A la fecha, la maestra se mantiene traspasando conocimiento a los estudiantes de la UASD.----------Dulce victoria del pueblo.........Santo Domingo

La batalla en el puente Juan Pablo Duarte es el episodio de la Guerra de Abril en que los militares que defendían la Constitución de 1963 se impusieron a base de coraje e ideales, logrando el retroceso de las tropas comandadas por oficiales pertenecientes al Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA), “los militares de San Isidro”.

El hoy Teniente de Navío, Augusto Príamo Escalante Segura, quien participó en dicha batalla con tan solo 26 años, contó a LISTÍN DIARIO que con el inicio de la guerra y el golpe de Estado al gobierno del triunvirato, lo que se buscaba era que en el país imperara el orden, que se acabara la corrupción y que la ética fuera el patrón de acción de todos los ciudadanos.

Para este combatiente, retirado del país desde 1966, el gobierno del triunvirato encabezado por Donald Reid Cabral, y cuyo único miembro era Ramón Cáceres Troncoso, estaba lle- vando al país a un “despeñadero”.

“Diario había un desastre en este país. Nosotros queríamos volver a la constitución, y con ella al profesor Juan Bosch”, dijo Escalante Segura.

Sobre la lucha en el puente, el entonces sargento de la Marina de Guerra, recuerda que el bombardeo puso a prueba la resistencia de las tropas que defendían al pueblo. “Como a las nueve, o diez de la noche, nos replegamos, pero nos quedamos aquí, no nos fuimos”, dijo a LISTÍN DIARIO Escalante, mirando hacia el puente desde la altura de un paso peatonal.

RESPETOA LAS NORMAS
26 AÑOS DE EDAD

Tenía al momento de la guerra, en 1965

46 Años residiendo en el exterior
Vive en el Bronx, Nueva York y tiene planes de volver al país.

ESPECIALIDAD
TÉCNICO EN MOTORES DIESEL:
Cuando estalló la revolución el 24 de abril de 1965, Augusto Príamo Escalante Segura se desempeñaba como instructor de la Base Naval 27 de Febrero.

MISIÓN: Fue parte de los marinos que se enrolaron a la causa constitucionalista..........COMANDANTE EDUARDO SEGURA ALMONTE

El médico de la Revolución,,,,,,,,,En 1965, mientras el pueblo en armas luchaba para reponer el gobierno constitucional del profesor Juan Bosch, un grupo de hombres y mujeres se encargaba de curar a los heridos en combate.

El Comando Médico estaba formado por importantes profesionales de la medicina y estudiantes universitarios, y trabajaba (a partir de los ataques estadounidenses del 15 y el 16 de junio) bajo la coordinación de un cirujano de 27 años llamado Eduardo Segura Almonte, actual presidente de la Liga Dominicana Contra el Cáncer.

“El Comando lo inició un estudiante de medicina llamado Tomás Llibre, que para aquel entonces debía ser miembro del 14 de Junio. Atendíamos pequeñas heridas con nuestro material. Pero la cantidad de heridos y la gravedad de los casos aumentaba con los enfrentamientos”, recuerda el especialista en su despacho del Instituto Oncológico Dominicano. Por vueltas de la vida, cuando estalló la revolución, hace ya 46 años, Segura Almonte se desempeñaba como asistente de cirugía en este mismo centro.

Cuenta que el Comando era un grupo de atención diferente al sistema de la Secretaría de Salud Pública.

Tenía clínicas populares y dispensarios en diferentes zonas de Santo Domingo, y funcionaba con camillas, equipos y medicamentos despachados por el personal que controlaba las aduanas, con el permiso del Gobierno Constitucionalista.

Además, contaba con todos los recursos y personal del banco de sangre de la ciudad capital.

Cada uno de los miembros recibió formación de defensa y ataque en la Academia Militar 24 de Abril, y portaba un distintivo diseñado especialmente para la unidad.

La dirección del equipo de asistencia se encontraba en la calle José Gabriel García esquina La Estrelleta, y administraba los recursos y el personal de la clínica privada Cruz Peña, tomada a la fuerza para ponerla a disposición de los militares y civiles que luchaban por el retorno del presidente Juan Bosch y el orden democrático.

“Creí que ese era mi deber como dominicano, tratar de luchar por la defensa de mi patria. Combatimos por el regreso a la constitucionalidad. Era la primera vez que el pueblo podía luchar abiertamente por sus ideas”, dice el doctor de la revolución, ahora como representante de la lucha nacional contra el cáncer.

EN LA DEFENSA DE LA VIDA
73 AÑOS

Segura Almonte no deja de trabajar por la vida.

27 Años
El doctor cirujano tenía 27 años cuando el presidente Francisco Alberto Caamaño Deñó lo nombró capitán del Comando Médico.

FORMACIÓN Y TRABAJO
PADRE BILLINI

Después del Acuerdo de Paz, fue nombrado como ayudante de cirugía en el Padre Billini.

ESTUDIO EN FRANCIA: En 1967 viajó a Francia para estudiar Cirugía Oncológica como especialidad. Regresó en 1970.

INSTITUTO ONCOLÓGICO El doctor Eduardo Segura Almonte volvió a trabajar en el Instituto Oncológico Dominicano en 1973. Desde entonces, el lugar de donde salió en 1964 es su comando de batalla contra una enfermedad letal.Durante Abril no se perdió ni un alfiler........Santo Domingo

Bajo la custodia de Manuel García Germán, Moncho, como es conocido por sus allegados, se encontraban los bancos comerciales de la ciudad colonial y los almacenes de comida de los alrededores.

Ni la sublevación de los militares el 24 de Abril, ni la consecuente salida a las calles del pueblo exigiendo el respeto a la Constitución de 1963, ni mucho menos los combates producidos por la invasión militar estadounidense el día 28, fueron excusas para que de dichos establecimientos se perdiera un solo alfiler, cuenta García Germán.

Sus días en la epopeya del 65 del pasado siglo, al igual que los de muchos dominicanos, cambiaron la historia más reciente de la República Dominicana.

Los militares constitucionalistas, y esta parte había sido asignada a García Germán, dinamitaron los bancos que se encontraban en la zona, previendo la posible entrada de los militares de San Isidro y de los invasores norteamericanos.

De estas entidades financieras no se perdió un peso durante la guerra de abril, de acuerdo a su testimonio. La expectativa ante la inminente entrada de las tropas invasoras lo llevó a pensar en una salida que no contemplo, ni antes ni despues de la guerra: el suicidio.

“Preso no iba”, de tal forma que guardó una bala para sí mismo. En caso de verse en el precipicio del asesinato, o de ser arrestado, halaría el gatillo de su arma de reglamento y la usaría contra su ser.

“Fue la primera y única vez que pensé en el suicidio. Y mira que era un hombre feliz, pero preso no iba”, dijo mientras recordaba que durante la guerra tenía a su esposa en estado de embarazo.

La distancia entre los militares y el pueblo fue borrada cuando los oficiales, que habían sido formados durante el regímen de Rafael Leonidas Trujillo Molina, entregaron al pueblo armas para la lucha, cesando de esta forma el clamor de quienes a viva voz pedían “armas para el pueblo” y “retorno a la Constitución”.

ATAQUES DEL 15 Y 16 DE JUNIO DE 1965
CON ESTOS ATAQUES MURIERON 83 PERSONAS

Una reflexión que llega de manos de este combatiente de Abril es la siguiente: “Los ataques del 15 y 16, fueron despiadados en contra de la población civil, fundamentalmente”, dice García Germán. “Ellos podían matarnos, (de ingresar con todas sus tropas a la Zona Colonial) pero no iban a salir ilesos. Iban a perder muchas vidas”.

Los ataques del 15 y 16 de junio se produjeron después de que la población civil hiciera una marcha pacífica el 14 de junio, en la zona de los constitucionalistas. ”

ARMAS PARA EL PUEBLO”
24 NOCHE

La noche de 24 entregó las armas al pueblo.

ENCARGADO DE EDIFICACIONES
BANCOS
Banco de Reservas y el Popular ALMACENES: Se encargaba de vigilar los establecimientos de comida.

CONFIANZA: Era uno de los hombres de confianza de Caamaño.

CREENCIAS No era catorcista, ni comunista, es católico.

FORMACIÓN: Al igual que los demas militares, García Germán fue formado durante la tiranía de Trujillo.

JUVENTUD: Por su forma de ver las cosas contribuyó con el movimiento conspirativo.

RESIDENCIA Estableció residencia en Gazcue, donde se mantiene hasta el día de hoy.

CORAJE Es reconocido entre sus compañeros de armas como un hombre valiente y honrado, al servicio del país.Un aerosol por la ConstituciónA casi medio siglo de la revolución de Abril, Teresa Espaillat, una combatiente constitucionalista de la época, regresó al lugar que le cobijó durante días y noches.

Y lo hizo portando en su mano derecha un aerosol color dorado, igual al que utilizó hace 46 años cuando Peña Gómez le pidió al pueblo que tomara las calles. La pintura enlatada sirvió para representar el sentimiento de toda una nación, “¡Retorno a la Constitución!” y “¡Armas para el pueblo!”.

El parque Eugenio María de Hostos, que hoy se encuentra en reparación, fue donde operó la academia militar constitucionalista que albergó a Espaillat y a cientos de dominicanos y dominicanas que durante la epopeya asistían a entrenarse para el combate. Ella, junto a sus compañeras, elevó su voz por las mujeres de la República. En el momento en que José Francisco Peña Gómez pidió al pueblo, a través de Radio Comercial, lanzarse a las calles, la dama se encontraba saliendo de un salón de belleza.

Era sábado y final de mes, por lo que le habían remunerado su labor prestada a una ferretería. Con ese salario, compró en el mismo establecimiento donde trabajaba un aerosol para pintar las paredes en el Día Mundial Contra el Colonialismo. Esta lata se convirtió en su primer arma durante la gesta histórica de Abril. Con ella no hirió a nadie, más bien colaboró a despertar el sentimiento del pueblo.

“Para mí era un deber moral y político. No cabe dudas de que tenía que estar ahí, desde el principio de los acontecimientos”. Así inició su trajín en la lucha más importante de fines del pasado siglo, en donde, de acuerdo a la hoy maestra universitaria, “solo el pueblo puede atribuirse este hecho”.

Sus primeras labores durante la gesta del 65, fueron de abastecimiento y vacunación de los combatientes constitucionalistas.

“No sé de quién fue la idea, pero un día me preguntaron si sabia inyectar, y por suerte lo sabía hacer” comentó Espaillat.

En aquel instante se inició el proceso de vacunación en contra del tétanos, y las inyecciones llegaron a cada uno de los combatientes por la Constitución de 1963 que se encontraban en la batalla del puente Juan Pablo Duarte.

“Vamos para el puente a inyectar a los constitucionalistas” es la frase que recuerda la maestra universitaria.

En su recuerdo, el movimiento por la Carta Magna fue triunfante durante los primeros días.

PENSAMIENTO CRÍTICO
22 AÑOS

Tenía cuando se inició la guerra de abril.

1- Libro sobre la guerra "Abril en mis recuerdos, testimonio de una combatiente".

PROFAMILIA SEXUALIDAD
Se ha desempeñado como charlista.

ESPAÑA: Se especializó en Sexualidad humana

CASADA: con Carlos Amiama desde final de la Guerra de Abril.

MILITANTE DEL 14 DE JUNIO
Fue detenida con 17 años y torturada en "La 40"

También participó como dirigente de la Federación de Mujeres Dominicanas

HIJOS Y NIETOS: La maestra tiene tres hijos y tres nietos.

UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD (UTE)
Profesora. Enseña en el departamento de Metodología de la Investigación.Don Roque, El Conde y la gesta de AbrilRoque Félix no lleva prisa. Se mueve a paso lento sobre los adoquines de la calle El Conde, en la Ciudad Colonial.

Como de costumbre, acaba de tomarse una taza de café en La Cafetera, negocio que visitó el 24 de abril de 1965, antes de que se desencadenaran los acontecimientos históricos que cambiaron su vida y la de todo el pueblo dominicano. El hombre de bigote blanco y estilizado lleva en las manos los recuerdos de la guerra.

“Yo soy maestro de corte y confección. Hacía la ropa del Ejército, la Marina, la Aviación y la Policía. Cuando estalla la guerra, me tocó hacer la ropa de Caamaño”, dice, haciendo uso de sus certeros recuerdos.

Roque cuenta que contactó a líderes de la revuelta, y se dirigió a la calle Santomé para poner en funcionamiento su fábrica de ropa. Buscó a diez operarias y comenzó a trabajar por demanda del alto mando del Gobierno Constitucionalista.

El mismo coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó pasó a vestirse por sus talleres. Allí también se vistieron los combatientes del 14 de Junio, quienes a su vez se encargaban de suplirlo con telas, hilos, botones y otros materiales conseguidos en las aduanas.

Recuerda que las tiendas de la Zona Colonial permanecieron protegidas por las fuerzas populares, y que los enfrentamiento s de mayor impacto se desarrollaron en otros escenarios. Por aquí la gente se limitó a montar guardia en las azoteas y a evadir el paso por El Conde. Se destruyeron todos los bombillos y lámparas de alumbrado público, a fin de evitar reconocimiento nocturno.

“En los molinos el enemigo puso francotiradores y un cañón de 105 milímetros. Para que no te vieran tenías que andar por la orilla, porque esta calle era muy peligrosa”, dice, y su voz atrapa la atención de los curiosos que se detienen a verlo.

El hombre que en abril del 65 colaboró con aguja y fusil se mantiene recorriendo la calle por la que tanto caminó Caamaño. Es un testimonio vivo de la Guerra Patria.

PELIGRO EN LA CALLE EL CONDE
DISPAROS DESDE MOLINOS DOMINICANOS

Si usted se para a mitad de la calle El Conde, en la Ciudad Colonial, podrá darse cuenta de que al Este, donde casi se pierde la vista, se aprecia el edificio de Molinos Dominicanos. En el techo de esa construcción, los francotiradores estadounidenses se instalaron para atacar a militares y civiles de la zona controlada por los constitucionalistas.

Por eso, El Conde era tan vulnerable y peligroso para los comandos nacionales.

El 16 de mayo de 1965, el periódico The New York Times publicó las declaraciones del sargento de 21 años Martin Arnold, quien se mostraba orgulloso porque en un día pudo quitar la vida a ocho dominicanos.

Los invasores apostados en Los Molinos también utilizaban cañones de alta potencia para atacar la zona.

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