La asesora de Seguridad Nacional de EE.UU., Susan Rice, afirmó hoy que el posible ataque militar contra Siria "no será otra guerra" y destacó la urgencia de frenar al régimen sirio para que no vuelva a usar armas químicas contra la población.
"Estados Unidos no estará lanzando otra guerra. Como ha dicho reiteradamente el presidente (Barack Obama), esto no será Irak o Afganistán. No habrá tropas estadounidenses sobre el terreno, punto. Ni se parecerá a (los ataques aéreos contra) Kosovo o Libia", aseguró Rice.
Si no se detiene al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, éste "continuará usando estas armas una y otra vez", advirtió la asesora.
Rice hizo esas declaraciones durante un discurso ante New America Foundation, un centro de estudios independiente, como parte de la campaña de convencimiento del Gobierno de Obama para que el Congreso apruebe el ataque militar contra Siria.
En ese sentido, la consejera describió una serie de escenarios sombríos si EE.UU. no actúa ahora, y advirtió de que la inacción pondrá en riesgo la seguridad nacional de EE.UU. y la de Israel, aumentará el riesgo de más violencia, y envalentonará a otros regímenes como Irán y Corea del Norte.
Subrayó que, en todo caso, un ataque militar limitado contra Siria no es en absoluto el único componente de la política exterior de Washington hacia Siria pero serviría de "complemento" a la estrategia más amplia de EE.UU.
"Nuestra meta predominante es poner fin al conflicto subyacente a través de una transición política negociada en la que Asad abandone el poder", explicó Rice, quien reiteró la postura de la Administración Obama de que EE.UU. ya ha agotado otras opciones que no surtieron efecto.
Obama busca un ataque militar limitado para castigar al régimen sirio por su presunto uso de armas químicas el pasado 21 de agosto pero, por ahora, no tiene los votos en ambas cámaras del Congreso que lo autoricen.
En su discurso, la asesora de Seguridad Nacional no se pronunció sobre la propuesta rusa de que el arsenal químico del régimen sirio pase al control de la comunidad internacional.
Pero su "número dos", Tony Blinken, dijo en rueda de prensa en la Casa Blanca que el Gobierno de Washington estudiará cuidadosamente la propuesta y la discutirá con las autoridades de Moscú.
Según Blinken, la nueva propuesta es fruto de las presiones de Estados Unidos contra Siria, por lo que consideró que "es aún más importante que no quitemos la presión" sobre el gobierno de Damasco. DE EFE
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