El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció ayer que el número de militares que se envíen a la frontera sur podría triplicar los previstos inicialmente, llegando hasta los 15.000, para afrontar la llegada de dos caravanas con miles de migrantes que cruzan México hacia el territorio estadounidense.
"Mientras la caravana sea una preocupación, nuestro Ejército estará ahí fuera. Tenemos sobre 5.000 (soldados). Alcanzaremos un punto entre 10.000 y 15.000 de personal militar", explicó el mandatario antes de iniciar un viaje a Fort Myers, en el estado de Florida.
Esta cifra contrasta con la anunciada el lunes por el Departamento de Defensa, que habló de 5.239 efectivos, aunque ayer el Pentágono ya matizó que estos números podrían elevarse y hoy mismo informó en un comunicado que la estimación inicial es superior a 7.000 soldados.
"No estoy infundiendo temor para nada", aseguró Trump, quien calificó la caravana de "muy peligrosa" y recalcó que "nadie va a entrar" en EE.UU.
Ayer, el Pentágono adelantó que enviaría más tropas, aparte de los 5.239 soldados anunciados en un primer momento, pero no precisó la cifra de militares adicionales.
De hecho, el comandante del Mando Norte de las Fuerzas Armadas, el general Terrence J. O'Shaughnessy, rechazó el martes que el Pentágono estuviera pensando en mandar a alrededor de 14.000 militares a la zona, tal y como habían apuntado medios locales.
De lograrse finalmente el tope máximo de 15.000, se aumentaría ligeramente el número de efectivos que el país tiene actualmente en Afganistán, que asciende a 14.000.
Poco antes de que Trump efectuara sus declaraciones de hoy, el secretario de Defensa, James Mattis, había negado rotundamente que se tratara de un movimiento político.
"No, no hacemos puestas en escena en este departamento", contestó Mattis al ser preguntado sobre la posibilidad de que el envío del Ejército a la frontera con México tenga un objetivo electoral.
La operación actual tiene como supuesto objetivo asistir la capacidad de los agentes migratorios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) ante la llegada de dos caravanas compuestas por unas 6.500 personas, según esta agencia migratoria.
Las tropas, movilizadas bajo lo que las autoridades han denominado "Operación Patriota Fiel", reforzarán primero la frontera de Texas con México para luego pasar a Arizona y California.
De acuerdo a los últimos datos facilitados por el Pentágono, al menos 1.000 militares se encuentran ya en Texas.
Entre los soldados habrá tres batallones de ingenieros de combate, tropas especializadas en aviación y otros soldados dedicados a logística y tratamiento médico.
La actuación de estas fuerzas es limitada, ya que una ley estadounidense de 1878 prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional.
Los militares que se desplegarán esta semana se suman a los 2.100 efectivos de la Guardia Nacional -un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas- que se encuentran en la frontera sur desde abril debido a otra caravana de migrantes, que en ese caso comenzó su recorrido en el sur de México.
Además, otros 830 agentes de la CBP están listos para ir a las áreas entre puestos de entrada, donde suele haber menor vigilancia.
El anuncio de Trump se produce a tan solo 6 días de que se celebren elecciones legislativas.
Trump se ha referido a las caravanas como "una invasión", ha asegurado que en ellas se hallan criminales y ha incrementado la agresividad de su mensaje contra la inmigración conforme avanza la campaña electoral.
En el marco de la campaña, Trump afirmó ayer que buscará acabar con el derecho a la ciudadanía para toda persona nacida en EE.UU. que sea hija de inmigrantes, independientemente del estatus de los padres, un aspecto recogido en la Constitución.DE EFE
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