El arzobispo emérito de la Arquidiócesis de Santo Domingo, Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, cumplió ayer miércoles su natalicio número 82.
Durante 35 años, López Rodríguez sirvió incansablemente a esta jurisdicción de la iglesia católica dominicana, a la que acogió y amó. Ha sido una figura emblemática para toda la iglesia dominicana, en la que se le considcera “ejemplo de un pastor que cuida de sus ovejas”.
Esta es su segunda celebración de natalicio en la que no ocupa el cargo de Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, tras el Papa Francisco haber aceptado su renuncia, en junio del 2016, que presentó en 2011. Esa posición la ocupó desde 1981.
López Rodríguez nació en Barranca, de la la provincia La Vega, el 31 de octubre de 1936.
Hizo sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino, de Santo Domingo, donde obtuvo el bachillerato en sagrada teología. Fue ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1961.
Nombrado primer obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís, el 16 de enero de 1978, y recibió la consagración episcopal el 25 de febrero de ese año. Nombrado Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo el 15 de noviembre de 1981, tomó posesión de este cargo el 16 de noviembre de ese mismo año.
Fue Ordinario Castrense para la República Dominicana, desde el 4 de abril de 1982. Fue elegido presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), y reelegido en las Asambleas Plenarias de 1987,1990 y 1993, 1996,1999 y 2008.
El 28 de junio de 1991, fue creado Cardenal de la Santa Iglesia Romana por Su Santidad el Papa Juan Pablo II, quien le asignó el título de San Pío X en la Balduina (Roma).
Fue elegido primer vice-Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), en marzo de 1987, y enviado especial del papa Juan Pablo II para presidir el VI Congreso Nacional Mariano de Ecuador.
(+)
MISIONES ASIGNADAS POR PAPA JUAN PABLO II
TRABAJO EN LA IGLESIA: El 25 de abril de 1991, López Rodríguez fue elegido presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, y nombrado por Juan Pablo II, uno de los tres co-presidentes de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada aquí, en octubre de 1992. El 20 de mayo de 1993, Juan Pablo II le designó Legado Pontificio al XLV Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Sevilla, (España).
MISIONES ASIGNADAS POR PAPA JUAN PABLO II
TRABAJO EN LA IGLESIA: El 25 de abril de 1991, López Rodríguez fue elegido presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, y nombrado por Juan Pablo II, uno de los tres co-presidentes de la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, celebrada aquí, en octubre de 1992. El 20 de mayo de 1993, Juan Pablo II le designó Legado Pontificio al XLV Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Sevilla, (España).
No hay comentarios:
Publicar un comentario