Este lunes se cumplen 17 años del accidente aéreo que cobró la vida de más de 260 personas, entre ellas 176 dominicanos, una tragedia sin precedentes en el país.
Dos meses después del atentado a las Torres Gemelas, el 12 de noviembre del 2001 República Dominicana se vistió de luto tras la muerte de los dominicanos que se dirigían a Santo Domingo en un vuelo proveniente de Estados Unidos.
El vuelo 587 despegó del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy de Nueva York con destino al Aeropuerto Internacional de las Américas, y a solo un minuto de elevarse se estrelló en un área residencial de Queens, Nueva York.
Además de los que iban a bordo, también fallecieron cinco personas que permanecían en tierra.
A casi dos décadas, esta tragedia sigue presente en los corazones y pensamientos de los dominicanos.
Desde la tragedia hasta la fecha, familiares y amigos acostumbran a llevar flores al monumento que se levantó en la ciudad de Nueva York con los nombres de las víctimas.
Las cajas negras del avión revelaron que desde el principio que no se había producido ninguna avería en los motores, y que los pilotos avisaron a la torre de que tenían problemas, tras escuchar "ruidos ensordecedores" en el fuselaje, por lo que el accidente se atribuyó a un error humano.
Los investigadores concluyeron que el accidente podía haberse debido a las turbulencias originadas por otro aparato, un Boeing 747 de Japan Airlines. El avión había despegado sólo 105 segundos antes que el Airbus, cuando las normas de aviación estipulan una diferencia de al menos dos minutos entre despegues.
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