Al estar sobre el puente ubicado en La 800 de Pantoja, se sienten las fuertes sacudidas que provoca la brisa y los vehículos que pasan por el delgado y frágil viaducto que se encuentra próximo a colapsar.
Los moradores de este sector se sienten aterrados, temen que en cualquier momento este puente se derrumbe por completo, siendo la estructura principal que comunica con Villa María y el cementerio Cristo Redentor.
Estas quejas fueron manifestadas a la Defensora del Pueblo, Zoila Martínez, durante una visita que realizó ayer para conocer las necesidades e inquietudes de sus residentes.
“Esta situación es paupérrima. Da vergüenza que en República Dominicana una parte de los ciudadanos vivan así mientras que la otra parte viven muy bien”, decía la defensora mientras observaba la vulnerabilidad del lugar.
Debajo del pequeño viaducto, los desechos sólidos y agua contaminada han provocado proliferación de enfermedades infectocontagiosas en los habitantes de esta localidad, principalmente a niños y adolescentes. “Esto es una pesadilla. Cada vez que llueve se inunda todo, el agua de esa cañada sube y se mete en las casas. Esa suciedad y agua estancada tiene este barrio lleno de mosquitos que solo enferman a nuestros hijos”, explicaba la señora Dolores Lorenzo, quien pedía que autoridades vengan en auxilio. Martínez exteriorizó con gran consternación que “esto no es de gente... esto es tierra de nadie”, al escuchar las vicisitudes por las que decenas de familias pasan día tras día en este olvidado y abandonado lugar que pertenece tanto al Distrito Nacional como a Santo Domingo Oeste.
Defensa. Zoila Martínez demandó atención para los lugares de Santo Domingo que presentan vulnerabilidad.
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