LIMA — Uruguay rechazó hoy el pedido de asilo del expresidente peruano Alan García, quien ingresó a la embajada de ese país en Lima alegando persecución política luego de que un juez le prohibió salir del país mientras es investigación por corrupción.
El ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Nestor Popolizio, dijo que García ya había dejado la embajada uruguaya en Lima. Indicó que a las 7.20 hora local (1220 GMT) recibió una llamada del canciller uruguayo Rodolfo Nin Novoa quien le indicó que el gobierno de su país había negado el pedido. Las televisoras locales mostraron luego a un automóvil plateado saliendo de la sede diplomática con rumbo desconocido.
Al negarle la solicitud de asilo, el presidente uruguayo Tabaré Vázquez dijo que no había pruebas que respaldaran la demanda de García de que estaba siendo perseguido políticamente.
“No concedemos el asilo político al señor Alan García”, dijo el presidente uruguayo. “Entre otras cosas por los elementos jurídicos mencionados y también porque en Perú funcionan autónomamente y libremente los tres poderes del Estado y especialmente el Poder Judicial, que está llevando adelante las investigaciones sobre eventuales delitos económicos del expresidente”.
Vázquez agregó que se estudiaron más de mil hojas sobre el caso que presentó el gobierno del Perú, más lo presentado por García y su abogado.
García ingresó a la embajada uruguaya en Lima después de que el 17 de octubre un juez le prohibió salir de Perú mientras es investigado por presunta corrupción ligada al caso Odebrecht.
Perú negó de forma tajante las acusaciones de García sobre persecución política y el viernes el gobierno recibió el respaldo del embajador de Estados Unidos en Lima, Krishna R. Urs, quien comentó que estaba “convencido de la independencia de los poderes aquí (Perú)”.
El 17 de octubre un juez anticorrupción ordenó a García permanecer 18 meses en el país luego de que la fiscalía decidió ampliar su investigación por los supuestos delitos de lavado de activos y colusión agravada. La fiscalía afirma que el expresidente recibió 100.000 dólares de dinero sucio de Odebrecht, maquillados bajo la apariencia de pagos por una conferencia en Sao Paulo que García realizó en 2012.
García es investigado por la construcción de la primera ruta del metro de Lima culminada en su segundo gobierno (2006-2011), una obra que había empezado en su primer gobierno (1985-1990) y que está plagada de sospechas de corrupción.
Las investigaciones preliminares por presunta corrupción de Odebrecht en Perú también han llevado a prisión a la poderosa líder de la oposición Keiko Fujimori junto a sus principales asesores.
Odebrecht admitió en un acuerdo con el Departamento de Justicia en Washington que pagó unos 800 millones de dólares en sobornos a políticos de toda Latinoamérica, incluyendo 29 millones de dólares a los gobiernos de Perú.
En 1992 García solicitó otro asilo que fue aceptado e ingresó a la embajada de Colombia en Lima. Retornó a Perú en 2001 cuando los delitos de corrupción por los que se lo investigaban habían prescrito.DE AP
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