Nueva evidencia que refuerza las sospechas de abuso de poder del presidente Donald Trump surgió el miércoles, en el primer día de históricas audiencias televisadas en el Congreso de Estados Unidos para determinar si el mandatario republicano debe ser llevado a juicio político.
Trump, que considera una "farsa" la investigación que lleva adelante la Cámara de Representantes controlada por la oposición demócrata, dijo que estaba "demasiado ocupado" para ver las audiencias, durante las cuales el presidente republicano recibió el firme respaldo de los legisladores de su partido.
El cuarto proceso de juicio político en la historia de Estados Unidos busca determinar si Trump usó la política exterior para su beneficio personal.
La prueba principal es la transcripción oficial de la Casa Blanca de una llamada telefónica del 25 de julio entre Trump y su homólogo ucraniano Volodimir Zelenski, en la que el presidente estadounidense le pidió que investigara por supuesta corrupción a su rival político Joe Biden y a su hijo Hunter, quien integraba el directorio de Burisma, una empresa de gas ucraniana.
Exvicepresidente de Barack Obama, Biden aparece bien posicionado para disputarle a Trump la reelección en 2020.
Dos importantes miembros del servicio exterior estadounidense dieron su testimonio el miércoles: William Taylor, embajador interino en Kiev, y George Kent, alto funcionario del Departamento de Estado especialista en Ucrania.
Taylor sorprendió al afirmar que a Trump "le importaba más" que el gobierno ucraniano investigara a Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia.
Bajo juramento, el diplomático dijo que se había enterado recientemente de una llamada telefónica el 26 de julio entre Trump y el embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland.
Un colega suyo que estaba al tanto de la conversación le contó que, al finalizar la charla, le preguntó a Sondland qué pensaba Trump sobre Ucrania. "El embajador Sondland respondió que al presidente Trump le preocupaba más investigar a Biden", dijo Taylor.
- "Primera vez que lo escucho" -
Trump negó las afirmaciones de Taylor, que calificó de "información de segunda mano". "Primera vez que lo escucho", dijo, al ser consultado del tema en la Casa Blanca, aunque reconoció haber hablado "brevemente" con Sondland.
El mandatario, quien asegura que su conducta es "irreprochable", había reiterado antes que la investigación lanzada el 24 de septiembre por los demócratas es una "caza de brujas".
La portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, aseguró que el presidente, que en la tarde recibió a su par turco, Recep Tayyip Erdogan, había pasado la mañana "trabajando", con "reuniones en la Oficina Oval".
Sin embargo, en la cuenta en Twitter de Trump había un aluvión de declaraciones retuiteadas de opositores a la investigación del Congreso.
Trump puede convertirse en el tercer presidente estadounidense en ser sometido a un juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998.
Ninguno de los dos fueron destituidos, y es poco probable que Trump lo sea, puesto que para esto necesitaría ser condenado por el Senado, donde los republicanos tienen mayoría.
En 1974, sin embargo, el republicano Richard Nixon renunció ante la inminencia de ser juzgado por el escándalo de Watergate.
- "No hizo nada" -
Taylor también dijo que las presiones para que se investigara a los Biden provenían de "un canal diplomático irregular" que involucraba el abogado personal de Trump, Rudy Giuliani.
Consultado sobre los intereses que podría tener Giuliani, Kent dijo: "Creo que estaba buscando información política incriminatoria contra un rival potencial en las próximas elecciones".
Taylor y Kent ya habían dicho en privado a los legisladores que Trump usó la ayuda militar a Ucrania como forma de coacción.
El miércoles, Taylor reafirmó su convicción de que retener asistencia militar a cambio de favores políticos "sería una locura", en tanto Kent consideró que pedidos así "socavan el Estado de derecho".
De su lado, los republicanos, que acusan a los demócratas de montar un circo mediático, enfatizaron que Kiev no sabía que la Casa Blanca había suspendido los casi 400 millones de dólares de asistencia militar a Ucrania, que finalmente fue entregada en septiembre.
"¿Qué hizo en realidad el presidente Zelenski para obtener la ayuda?", se preguntó el legislador republicano John Ratcliffe.
"La respuesta es nada. No abrió investigaciones. No hizo nada de lo que los demócratas dicen que estaba siendo forzado, coaccionado y amenazado a hacer", agregó.
Además, los republicanos cuestionaron las calificaciones del hijo de Biden para estar en el directorio de Burisma, cargo por el cual le pagaban 50.000 dólares al mes.
Una decena de audiencias están previstas en el Congreso hasta el 20 de noviembre.
Los republicanos quieren que comparezcan públicamente Hunter Biden y el denunciante no identificado que reveló la conversación telefónica del 25 de julio que hizo estallar el escándalo.DE AFP
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