Decenas de trabajadores realizaron ayer tareas de fumigación en las distintas áreas del hospital Marcelino Vélez ante las denuncias de plaga de chinches por parte del personal médico.
Los empleados, pertenecientes a la compañía “P & R Fumigación” afirmaron a reporteros del Listín Diario que estos trabajos se deben a procedimientos rutinarios sin confirmar que haya sido por las denuncias vertidas por el personal del hospital.
El pasado jueves, el segundo nivel del área de pediatría del antiguo edificio del Marcelino Vélez tuvo que ser evacuado por una supuesta plaga de chinches según habían denunciado las enfermeras y los médicos del centro.
A esta situación se suma el deterioro físico general del área vieja de dicho centro, el cual permanece en funcionamiento con los problemas que presenta para operar bien.
No es la primera vez que una plaga de chinches afecta al establecimiento sanitario, puesto que en 2012 se detectó la presencia de estos insectos en una de las habitaciones destinadas al descanso de médicos, por lo que en ese entonces se procedió a desinfectar varias de sus áreas, cambiar y quemar 16 colchones, y realizar una fumigación general para evitar la propagación.
Falta de pago
Además del riesgo de salud laboral que supone la “gran cantidad de chinches”, la tragedia empeora debido a que enfermeras, principalmente las de nuevo ingreso, además de otros trabajadores, llevan más de cuatro meses sin obtener sus respectivas remuneraciones por el trabajo que realizan.
Además del riesgo de salud laboral que supone la “gran cantidad de chinches”, la tragedia empeora debido a que enfermeras, principalmente las de nuevo ingreso, además de otros trabajadores, llevan más de cuatro meses sin obtener sus respectivas remuneraciones por el trabajo que realizan.
El drama que supone el hecho de que estos trabajadores de la salud tengan que asistir al hospital sin saber cuánto ni cuándo les pagarán, afecta su desempeño laboral.
En esta situación hay anestesiólogos, enfermeras, cirujanos, personal de limpieza y otros empleados, quienes esperan desesperadamente sus atrasados pagos.
Las fuentes que informaron a Listín Diario sobre la situación, quienes no quisieron ser identificados por temor a represalias por parte de la dirección, dijeron que sus superiores ni siquiera se refieren al tema mientras los días “pasan y pasan”.
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