Periodistas, soldados y diplomáticos soviéticos vivieron durante casi 30 años obsesionados con el muro de Berlín. Su misión era garantizar su integridad, pero en su fuero interno les corroía la curiosidad.
¿Qué había al otro lado? ¿Cómo vivían los occidentales? ¿Les odiaban o les temían?
Durante décadas el miedo pudo con la curiosidad, pero en cuanto tuvieron la menor ocasión cruzaron el muro como los miles de berlineses orientales que pasaron al otro lado el 9 de noviembre de 1989.
Durante décadas el miedo pudo con la curiosidad, pero en cuanto tuvieron la menor ocasión cruzaron el muro como los miles de berlineses orientales que pasaron al otro lado el 9 de noviembre de 1989.
No hay comentarios:
Publicar un comentario