Como “dañina”, “abusiva” y “perversa” calificaron diferentes sectores la práctica difamatoria desarrollada a través de medios de comunicación para desacreditar a personalidades, y que el jurista Ramón Antonio Veras (Negro) denomina “sicariato moral”.
“En los últimos tiempos, eso ha sobreabundado en el país. Se ha desbocado todo lo que es el concepto de respeto a la intimidad de las personas, en base a una libertad de expresión que es cuestionable”, sostuvo el padre Luis Rosario, coordinador de la Pastoral Juvenil de la Iglesia católica.
Rosario considera que el derecho de libre expresión no faculta a ningún ciudadano a hablar de forma antojadiza, sin tomar en cuenta la moral de las personas que pueda dañar con sus comentarios. Al margen de las formalidades judiciales para incoar demandas por difamación, el religioso considera que quienes hacen vida profesional en los medios de comunicación deben esforzarse para adecentar su labor.
“Esto no coarta nada, sino que se quiere, simplemente, poner una regla de juego que pueda asegurarnos el respeto a las demás personas”, puntualiza Rosario.
El presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), Aurelio Henríquez, dijo sentirse preocupado por esta práctica, la que observa se pone en evidencia en programaciones de radio, televisión y prensa digital. “Esta situación ha llegado al extremo de que se han desarrollado grupos económicos y políticos que pagan espacios y a personas, para que los defiendan y ataquen a sus rivales”, cuestionó.
Henríquez pidió al Congreso Nacional y al Poder Ejecutivo que junto al CDP inicien un proceso de modificación de la ley de colegiación, para que el periodismo lo ejerzan solo egresados de escuelas de comunicación, y no “enganchados” dedicados a mancillar la honestidad.El vicepresidente ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), Servio Tulio Castaños, refirió el caso específico del atentado al abogado Jordi Veras, en Santiago, del que su padre, Ramón Veras, denunció que hubo un plan difamatorio para desvirtuar el curso de las investigaciones. “Este es el caso más grave que se puede tratar en una sociedad. Es peligroso, porque de lo que se trata es de dañar gente que real y efectivamente han exhibido un buen comportamiento”, apunta Castaños.
El presidente de la Confederación Dominicana de Unidad Evangelística (Codue), Reynaldo Franco Aquino, rechazó igualmente las campañas activadas por periodistas y comunicadores con el único fin de retorcer realidades.
“Los medios tienen que cuidar ese espacio de credibilidad que la sociedad todavía les tiene. En el momento en que perdamos la credibilidad de los medios, hay pocas cosas que buscar: ¿dónde te vas a informar? ¿De qué vas a depender?”, reflexionó Franco Aquino.
Respaldo a arzobispo
El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Manuel María Mercedes, llamó la atención sobre esta situación, que Monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, arzobispo de Santiago, también llama sicariato moral.
Opiniones
Luis Rosario
Pastoral Juvenil
“Uno no puede decir todo lo que le venga en gana. Pienso que tiene que haber una regulación, porque si no esto se va a volver un caos. Entiendo que tiene que haber mayor respeto a la imagen pública de las personas”.
Servio Tulio Castaños
Finjus
“Quiera Dios que los que se involucraron en eso (descrédito del caso Jordi) puedan ser identificados y que sean dados a conocer a la luz pública, para que la sociedad los conozca y sepa quiénes fueron”.
Aurelio Henríquez
Colegio de Periodistas
“No sólo son los enganchados a periodistas que ejercen el sicariato moral, como lo señala el doctor Negro Veras, sino también que organismos de inteligencia y de seguridad del Estado filtran informaciones maliciosas”
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