LA HABANA.- Las calles de Bayamo, Cuba, permanecían bloqueadas el jueves por coches de caballos cuyos cocheros han estado protestando durante dos días contra un drástico aumento de impuestos.
El lunes, cientos de estudiantes en Santa Clara reaccionaron violentamente cuando la transmisión del partido de fútbol Barcelona-Real Madrid que habían pagado tres pesos para ver en el Teatro Camilo Cienfuegos fue reemplazado por un documental. El mes pasado, conductores de bicitaxi en Las Tunas y camioneros de Granma interrumpieron sus labores hasta que se cumpliera con sus exigencias, de acuerdo con activistas.
Esta serie de protestas marca una novedad significativa en Cuba, donde las manifestaciones son raras y siempre reprimidas. A medida que empeora la crisis económica del país, una nueva tendencia parece estarse creando: personas que no son miembros de la oposición se atreven a hablar abiertamente en contra del gobierno.
Expertos afirman que esto podría convertirse en una amenaza crítica contra el régimen de Raúl Castro, quien teme más a las protestas espontáneas que al activismo organizado. Aunque pocos cubanos se interesan por la política, los problemas de transporte y de la comida podrían servir de catalizador para un pueblo harto y ansioso de cambios, señalan los expertos.
"Estas son personas comunes y corrientes, personas de verdad'', dijo el miércoles Yoandri Montoya, un líder del movimiento de jóvenes disidentes en la zona oriental de Cuba, desde su teléfono celular, mientras "cientos'' de coches de caballos abandonaban a sus pasajeros. "La gente está tirándose a la calle porque se está despertando a la nueva realidad''.
Montoya dijo que la protesta comenzó a las 6 a.m. del miércoles. Los cocheros estaban furiosos porque la tarifa de su licencia mensual subió de 120 pesos ($5) a 571 ($24).
Los impuestos son parte de una vasta reforma de la economía cubana, que incluye planes de despedir a unos 500,000 trabajadores en los próximos meses.
Pero cuando los cocheros se vieron obligados a duplicar el pasaje para cubrir el aumento de impuestos, los pasajeros se quejaron, de modo que los cocheros dejaron de trabajar, explicó Montoya.
"Todo el mundo está en la calle'', añadió. "Esto es sólo el principio''.
Semanas atrás, los choferes que transportaban cotidianamente a la gente en la cama de sus camiones también se declararon en huelga para protestar contra el alto precio que tienen que pagar por la gasolina, en moneda cubana pero basada en el dólar.
Hace dos semanas, unos 35 conductores de bicitaxis en Puerto Padre dejaron de trabajar porque no les permitían recoger pasajeros en áreas donde se mueven los turistas, afirmó la ex disidente Magdelivia Hidalgo.
Mientras que el martes, disidentes de al menos seis ciudades de todo el país llevaron a cabo una protesta de "calderos vacíos''.
El cambio en la estrategia hacia problemas cotidianos se considera crítica porque el gobierno cubano en los últimos meses puso en libertad a docenas de prisioneros políticos, restando fuerza a uno de los principales grupos disidentes, las Damas de Blanco. Ahora que sus esposos están libres, muchas de las "Damas'' residen junto a ellos en España.
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