Comedero Abajo, Fantino. - Mientras el profesor Ramón Emilio García Sosa niega haber embarazado a una menor de 17 de años, los familiares de ésta lo señalan como el responsable y aseguran que incluso llegaron a un acuerdo donde el docente se comprometió a entregarle mil 800 pesos mensualmente.
“Yo no tengo nada que ver en esto y estoy dispuesto a llegar hasta las últimas consecuencias”, aseguró García Sosa, un profesor con 19 años en el sector educativo. Sentado junto a su esposa y también educadora, Lisbania Rojas, consideró que estas imputaciones tienen que ver con el rencor que guardan algunos sectores políticos del municipio de Fantino, por haber perdido las elecciones en el pasado proceso comicial.
Pero los parientes de la menor, quien tiene cinco meses de embarazo, piensan distinto a García Sosa. La madre de la adolescente afirmó que su hija señala a este profesor como el padre de la criatura que guarda en su vientre.
“Ella me dice que esa barriga es de él”, dijo la mujer de 41 años.
La menor, de tez morena y comportamiento huidizo, al notar la presencia de la prensa echó a correr despavorida, saltando alambradas de fincas que bordean su endeble casa de tabla techada de cinc mohoso. “Yo no he hecho ningún escándalo. El escándalo lo hizo el padre Nino”, añade doña Aquilina.
Esta mujer se refiere al cura de la parroquia Sagrados Corazones de Fantino, quien fue el primero en dar a conocer la información. A Nino se le atribuye haber dicho que la menor fue violada, que era alumna de García Sosa y que tiene 13 años. Sin embargo, la propia madre de la menor asegura que su hija no era alumna del docente acusado de embarazarla y que son 17 años los años que tiene.
Este profesor trabaja como técnico del Distrito Educativo 16-02, en el área de Educación de Adultos, y no impartiendo clases en las aulas. La menor cursaba el cuarto grado de la primaria. Su madre dijo que luego de esta situación abandonó la escuela. Sus parientes aun no han presentado querella formal contra García Sosa.
Aquilina alegó que no irá a la Justicia, porque “ya todo está arreglado”. Ese “arreglo” fue la firma de un acta de conciliación en el Juzgado de Paz de Fantino, en el que Sosa García, aunque jura que no preñó a la menor, se comprometió a darle 1, 800 pesos mensuales, para cubrir gastos propios de un embarazo, y financiar el 50 por ciento de cualquier eventualidad surgida durante el proceso de gestación.
El acta de conciliación tiene la firma de Sosa García y las huellas dactilares de Jiménez Arias, porque no sabe siquiera escribir su propio nombre. “Por mí (parte), dejamos eso así”, expresó. Sosa García explicó que firmó el documento consciente de que esto no necesariamente lo implica en el embarazo que ya todos conocen en Fantino.
Apuntó que aceptó firmar el acta de conciliación, porque su padre tiene dos hijos mellizos con la madre de la menor y le sugirió que así lo hiciera. Sosa García fue suspendido de sus funciones por la Regional de Educación en Cotuí, “hasta tanto se realicen las investigaciones pertinentes".
Sospechan de otras personas
José Estévez, abogado de Sosa García, sostuvo que en el caso no solo se señala a su defendido como posible padre de la criatura, sino que la menor ha mencionado a otros hombres del barrio donde reside. “Vamos a solicitar que esas personas sean investigadas por la Fiscalía”,dijo.
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