WASHINGTON. Los republicanos parecen encaminados a retener la mayoría en la Cámara de Representantes en Washington pero con una mayoría menos holgada, lo que podría apuntalar a las voces de la extrema derecha del partido.
Debido al rechazo que causa Donald Trump en muchos suburbios y comunidades de diversidad étnica, los demócratas ansían ganar unos doce escaños o más. Los más vulnerables son los de Virginia, Nueva Jersey, Illinois, Florida, Nevada y California.
Sin embargo ambos partidos pronosticaban que los demócratas no llegarían a conquistar los 30 curules necesarios para apoderarse de la cámara baja por primera vez en seis años.
Una posición muy deseada es la del representante republicano Darrell Issa en California, que hostigó a la presidencia de Barack Obama con investigaciones sobre la muerte de cuatro estadounidenses en Bengasi, Libia y sobre supuesto maltrato de grupos derechistas por parte del Servicio de Rentas Internas.
Otro asiento codiciado es el del representante Scott Garrett de Nueva Jersey, quien ha sido acusado de negarse a aportar dinero a las campañas de candidatos que sean homosexuales.
Algunos republicanos “están empeñados en hacer todo a su alcance para impedir el progreso en Washington”, denunció el presidente Obama en un anuncio de radio.
El actual titular de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, promete reformar el sistema de impuestos, el sistema de asistencia pública a los pobres y revocar la reforma al sistema de salud que Obama logró. En un email proselitista, dijo que “es nuestro deber como conservadores” retener el control de la cámara baja.
El impacto de Trump en las contiendas legislativas parece ser débil y en algunos casos se veía contrarrestado por la antipatía popular hacia Hillary Clinton. Los republicanos estaban al acecho de bancas actualmente ocupadas por demócratas, como unas al norte de Miami, en el norte de Minnesota, y en Omaha, Nebraska. Por otra parte defendían intensamente las de Nueva York, Iowa y Wisconsin.
La ventaja actual que tienen los republicanos en la Cámara de Representantes, de 247 contra 188, es la mayor que han tenido desde las 270 que lograron en 1931. Pero sólo un puñado de escaños realmente son competitivos.
Tanto los partidos como grupos afines gastaron en total 1.100 millones de dólares en campañas para la cámara baja, comparado con el récord de 1.200 millones de dólares en el 2012, según el grupo experto Center for Responsive Politics. Los republicanos superaban a los demócratas en cuanto a recaudación de fondos, pero no por mucho.
Desde que Ryan obtuvo la dirigencia de la cámara baja el año pasado, esa instancia ha aprobado medidas como una sobre programas antidroga, una sobre medidas de aduana, ayuda financiera a Puerto Rico y medidas para luchar contra el virus del zika. Pero a pesar de la amplia ventaja que tienen los republicanos, no se pudieron aprobar partes de gastos debido a las objeciones de sectores derechistas, entre ellas algunas del llamado Freedom Caucus.DE AP
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