El presidente de EEUU, Barack Obama, defendió que la regularización de más de cinco millones de inmigrantes indocumentados anunciada anoche no es una amnistía, como esgrime la oposición republicana, sino una medida "moderada y de sentido común".
"Sé que algunos de los críticos de esta medida la llaman amnistía. Bueno, no lo es", señaló Obama en un discurso a la nación desde la Sala Este de la Casa Blanca.
"Amnistía -explicó- es el sistema migratorio que tenemos actualmente, donde millones de personas viven aquí sin pagar sus impuestos o someterse a nuestras reglas, donde los políticos usan este asunto para asustar a los ciudadanos y buscar votos".
El paquete de medidas unilaterales de Obama regulariza a más de cinco millones de indocumentados, la mayoría padres con hijos que son ciudadanos o tienen residencia permanente en el país, y es la mayor acción de este tipo desde la que decretó en 1986 el entonces presidente republicano, Ronald Reagan.
"Esperamos que la gente que vive en este país siga las normas (...). Por eso vamos a ofrecerles el siguiente trato: si has vivido aquí más de cinco años, si tienes hijos que son ciudadanos o residentes legales, si no tienes antecedentes penales y estás dispuesto a pagar tus impuestos, puedes solicitar quedarte en este país temporalmente y salir de las sombras", explicó el presidente.
Y, anticipándose a sus críticos, aclaró: "Este trato no está disponible para los que han venido recientemente (después de enero de 2010), ni para los que puedan venir ilegalmente en el futuro".
"Tampoco garantiza la ciudadanía, o el derecho a quedarse permanentemente, ni ofrece las mismas ayudas y subsidios que reciben los ciudadanos, solo el Congreso puede hacer eso. Todo lo que estamos diciendo es que no los vamos a deportar", precisó.
Obama se decidió este verano a actuar unilateralmente en inmigración tras esperar un año a que los republicanos desbloquearan en el Congreso su ambiciosa reforma migratoria integral aprobada por el Senado en junio de 2013.
"Las acciones que estoy tomando -esgrimió- no sólo son plenamente legales, sino que son el tipo de acciones que han tomado cada uno de los presidentes republicanos y demócratas en el último medio siglo".
"Y para los miembros del Congreso que cuestionan mi autoridad para mejorar nuestro sistema migratorio, o mi actuación donde el Congreso no lo ha hecho, tengo una respuesta: aprueben la ley (la reforma migratoria)", concluyó.
Las medidas de Obama regularizan a cerca de la mitad de los 11,3 millones de indocumentados que viven en el país, según los cálculos del Gobierno, de los cuales la mayoría son latinoamericanos y más de la mitad mexicanos.
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