Rosalía Rosa Medina
El esfuerzo del Estado es boicoteado por el capitalismo voraz de los empresarios que interponen sus intereses personales y financieros antes que el bien común.
Aunque el Poder Legislativito reserva el derecho a la vida (Art.37) en la Constitución de la República y el Ejecutivo asigna los recursos, para que contemos con un servicio de 911 oportuno y recibir las atenciones médicas de emergencias o urgencias en los centros de salud el sistema resulta inoperante o fallido. Tal el caso del ex guerrillero constitucionalista, Caamaño Grullón, quien perdió su vida al negársele los servicios, pues fueron boicoteados por los negociadores de la vida.
¿Quién es el responsable ahora? El gobierno debería retirarle la licencia de operar a esas clínicas, imponiendo sanciones o multas que al final de la noche, resulten más económico atender al paciente que el riesgo de pagarlas.
EL derecho a la vida es violado y degradado por el sistema capitalista que interponen sus intereses personales, antes que el bien común a nuestros ciudadanos. El valor de un ser humano se resume a un número con valor monetario. ¡El que nada tiene nada vale!..Sólo discriminan hasta sus consanguíneos.
Y con un papel protagónico por ley de causa y efecto, llegan al ruedo los hospitales públicos, abarrotados de nacionales y extranjeros que no pueden costear la clínica privada por no tener seguro o cobertura limitada. Al llegar a una emergencia de un hospital, los médicos con su vista y rápida disposición de dar el mejor servicio, que merma al instante que se percata que esta carente materiales claves para dar la primera asistencia y con limitaciones de equipos y espacio disponible para la Unidad de Cuidados intensivos (UCI) .
Dios sabrá la cuenta, porque las estadística aún no contabilizan la cantidad de dominicanos y extranjeros que mueren a diario por no recibir las atenciones en las emergencias de las clínicas cuando muchas veces el individuo en cuestión, posee un buen seguro internacional, o respaldo económico, que pueda cubrir o solventar los procedimientos necesarios, pero al llegar con estatus desconocido nada de esto le sirvió ni al individuo, ni a la clínica. Hoy fue a un guerrillero, a un constitucionalista que el apático sistema de salud acribilló y que por su investidura se hizo público.
Pero mañana puede ser tú, la víctima de un sistema de salud inoperante en donde prime cualquier parafernalia que adorna el capitalismo antes que tu vida.DE LA Z 101 DIGITAL.COM
No hay comentarios:
Publicar un comentario