Cerca de 2.000 personas, incluido el presidente Donald Trump, asistieron ayer al funeral del pastor estadounidense Billy Graham, confidente de varios mandatarios y figura del protestantismo evangélico que murió el 21 de febrero.
El vicepresidente Mike Pence también estuvo presente.
La ceremonia privada para decir adiós al "pastor de Estados Unidos" se realizó cerca de la biblioteca Billy Graham, propiedad de la familia en Charlotte, Carolina del Norte (sureste).
"Los mayores deseos de mi padre le han sido concedidos. Está en presencia de Dios", dijo su hijo Franklin Graham, uno de los familiares que habló en el funeral.
"Fue el deseo explícito de Billy Graham que su funeral ilustrara y reafirmara el mensaje del evangelio que predicó durante más de 60 años", dijo Mark DeMoss, portavoz de la Asociación Evangelística Billy Graham, en el sitio de la organización.DE AFP
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