Luego de que Francisco Alberto Caamaño Deñó fuera exaltado al Panteón Nacional en medio de un debate sobre la autenticidad de sus restos, nuevos elementos fueron agregados a la controversia tras ser revelada la existencia de osamentas preservadas por su primo Claudio Caamaño Grullón.
En mayo de 1987, durante las exequias en la iglesia La Paz, ubicada en el Centro de los Héroes del Distrito Nacional, una parte de las osamentas fue apartada ante la amenaza de enemigos de Caamaño Deñó de cometer “un desastre” en el templo religioso, según afirmó ayer su primo y compañero de combate.
Partes del cráneo y costillas del Coronel de Abril fueron preservadas en una finca de Caamaño Grullón, en Pizarrete, provincia Peravia.
Claudio Caamaño reveló este viernes que parte de las osamentas fue guardada en la referida iglesia para fines de preservarlas en caso de eventualidades, y retiradas mediante acto notarial firmado por el abogado Renato Rodríguez Demorizi, a las 4:30 de la tarde del 8 de mayo de 1987.
El retiro de los restos fue hecho en presencia del párroco de la iglesia La Paz, el español Calixto Uriarte, y del comerciante William Méndez Núñez.
Según consta en el documento : “La referida extracción tiene por finalidad preservar este grupo de huesos del finado coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó para el caso de que, por cualquier eventualidad, sus restos depositados en la urna (sean) violados, dañados o hurtados, o por cualquier causa fueran desaparecidos, estos puedan sustituir a aquellos”.
Asimismo especifica que Claudio Caamaño era el responsable de su protección, “quien se compromete y obliga a cuidar de ellos, guardándolos en un lugar total y absolutamente seguro, para los fines de la posteridad y la historia”.
Los restos estaban herméticamente protegidos dentro de una pequeña urna rectangular, envueltos en un lienzo, encerrada en la gaveta de un archivo de metal colocada en una habitación de la residencia de los esposos Claudio Caamaño y Fabiola Bélez Catrain, cuando fue abierta a la comisión de peritos del Inacif .
Tras abrir la urna, seguido del protocolo para evitar contaminación de los restos, las patólogas Ana Falette y Práxedes Apolinario, la antropóloga Sonia Lebrón y la analista forense Mariela Sánchez, hicieron un inventario de los huesos y luego los depositaron en una caja del Inacif, que fue enviada a Santo Domingo para fines de análisis.
Una delegación de peritos forenses, dirigida por Francisco Manuel Gerdo González, director del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), una antropóloga, una analista forense y dos patólogas, hicieron el levantamiento de los restos en presencia de familiares del coronel, y representantes de las Fuerzas Armadas, del ministerio de Cultura y la fiscalía de Peravia.
Gerdo Morales, dijo que ese organismo trabajará con el conjunto del material óseo en su poder, que se presume corresponde al coronel Caamaño, sin dar a conocer fecha para dar un resultado de la experticia forense.
“Nos basamos en la calidad del análisis”, dijo Morales, indicando que, por ahora, “no sabemos si estos (restos) tienen ADN”.
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