, Honduras (AP) — El Congreso de Honduras aprobó el dictamen para la creación de un nuevo cuerpo policial de élite en medio de un debate sobre el fracaso de la depuración policial e importantes cambios en la estructura de la seguridad del Estado.
"Necesitamos una fuerza policial con capacidades diferentes a las que actualmente tenemos y eso significa capacidades no sólo en la formación, sino también en equipamiento, una fuerza de reacción rápida con información, inteligencia inmediata y tecnología de última generación" dijo el presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández, durante la presentación del proyecto de ley la noche del miércoles.
Hernández explicó que el nuevo cuerpo, que estará adscrito a la Secretaría de Seguridad, será integrado por agentes que "además de pasar las cuatro pruebas de confianza: polígrafo, psicométricas, toxicológicas y la comparación de los sueldos con los patrimonios" será sometido "a una quinta prueba: su desempeño y rendimiento".
El presidente del Poder Legislativo también señaló que "otras policías del mundo tienen esas unidades y en estos momentos especiales que vivimos los hondureños en cuanto a inseguridad necesitamos una fuerza especial que ayude al país para poder lograr resolver ese problema de la inseguridad" y señaló que la idea fundamental es que esta nueva unidad esté "caracterizada por una disciplina férrea, prácticamente parecida a la militar".
En 2012 hubo 7.173 homicidios en Honduras, un índice de 85,5 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, la más alta del planeta. Según organismos internacionales la cifra es aún mayor. La Oficina de Naciones Unidas para el Crimen y el Delito ubica la cifra en 92 y la Organización de los Estados Americanos en 91 debido a los diferentes métodos de conteo.
La Tropa de Inteligencia y Grupos de Respuesta Especial de Seguridad (TIGRES) permanecerá en cuarteles en las bases militares más cercanas a la población y los candidatos a formar parte de ese cuerpo tendrán edades comprendidas entre 18 y 22 años.
Tras la aprobación del dictamen los diputados decidieron agrupar los dos debates necesarios para la creación del cuerpo en uno solo a celebrarse el jueves.
Los detractores de la nueva ley, un proyecto retirado en agosto de 2012 y vuelto a presentar en mayo de 2013, alegan que se trata de una militarización progresiva de la seguridad que puede vulnerar los derechos humanos.
Desde febrero se encuentra vigente la "Operación Libertad" que permite la presencia de militares en las calles para desempeñar tareas de seguridad ciudadana. Unos 800 miembros del ejército patrullan en coordinación con la policía Tegucigalpa y San Pedro Sula, las ciudades más importantes del país.
Wilfredo Méndez, Director del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos, dijo que "TIGRES es un brazo armado militar que se trata de vender como una policía modelo, entorpeciendo los procesos de reforma y de intervención encaminados a depurar la institución policial".
Méndez considera que la decisión "es contraria a los compromisos asumidos por la actual administración ante la Comisión de la Verdad y Reconciliación (creada tras el golpe de Estado que derrocó al presidente Manuel Zelaya en 2009) y la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos al igual que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos de no disponer de militares para asuntos de seguridad pública".
El nuevo Ministro de Seguridad, Arturo Corrales, tomó posesión del cargo el primero de mayo después de una semana de comparecencias en el Congreso de todos los responsables del sector de Seguridad y Justicia que conllevó la separación de sus cargos de Pompeyo Bonilla, ex ministro de Seguridad, del responsable de la depuración policial, Eduardo Villanueva y del Fiscal General Luis Rubí.
El mismo día que tomó posesión, Corrales nombró como sus viceministros a dos coroneles retirados del ejército.
La policía de Honduras se encuentra sometida a un proceso de depuración debido a sus altos índices de colusión con el delito. El proceso, 13 meses después de ser lanzado, no ha dado los resultados esperados registrándose sólo 33 órdenes de separación del cuerpo entre sus aproximadamente 14.000 miembros. Además, de esas 33 órdenes de separación se han aplicado sólo siete, según datos de la Secretaría de Seguridad.DE AP
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