CIUDAD DEL VATICANO. Los obispos latinoamericanos que intervinieron hoy en el Sínodo que se está celebrando en el Vaticano trasladaron su preocupación por cómo el machismo y la violencia doméstica afectan a las familias.
El portavoz vaticano para el sínodo, Manuel Dorantes, explicó que durante las intervenciones de ayer y de hoy en el Aula del Sínodo, obispos de Latinoamérica, África y Medio Oriente expresaron la necesidad de que la Iglesia Católica defienda la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres.
Ello ayudaría a solventar algunos de los problemas de las familias actuales.
Los obispos latinoamericanos coincidieron en que el machismo en Latinoamérica es un problema importante para la Iglesia, pues se suma a la pérdida de valores que terminan en la pérdida de fe.
Un machismo, explicaron los obispos, que está relacionado con la violencia doméstica, otro de los problemas de las familias en Latinoamérica, agregó la fuente.
En el sínodo, también se habló de la poligamia como uno de los problemas con que lidian los obispos católicos en África, pero que es difícil de afrontar ya que no se puede obligar al hombre a abandonar a sus mujeres, que quedarían solas en la sociedad.
Durante las sesiones de debate de ayer y de hoy, sobre las que informó el Vaticano, otro de los temas fue el de la crisis económica como causa de fragmentación de las familias.
Para uno de los llamados padres sinodales, como se denominan a aquellos que presentan sus ponencias, las tres grandes amenazas para la familia son "la pobreza, la emigración y la violencia".
Para este participante, la injusticia social y la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres son causas por las que la familia acaba disgregándose.
La falta de oportunidades empuja a veces a los miembros de una familia a perder sus valores y a caer en la delincuencia y el narcotráfico.
También los obispos latinoamericanos hablaron de cómo la pobreza empuja a muchos a emigrar. A veces se trata de jóvenes y niños que viajan solos y son objeto de violencia.
Entre los participantes de la jornada de hoy estuvieron el arzobispo de Cumaná, en Venezuela, Diego Padrón Sánchez; el obispo de Juigalpa (Nicaragua), Socrates René Sándigo; el arzobispo de Quito, Fausto Gabriel Trávez, y el arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Maradiaga.DE EFE
El portavoz vaticano para el sínodo, Manuel Dorantes, explicó que durante las intervenciones de ayer y de hoy en el Aula del Sínodo, obispos de Latinoamérica, África y Medio Oriente expresaron la necesidad de que la Iglesia Católica defienda la importancia de la igualdad entre hombres y mujeres.
Ello ayudaría a solventar algunos de los problemas de las familias actuales.
Los obispos latinoamericanos coincidieron en que el machismo en Latinoamérica es un problema importante para la Iglesia, pues se suma a la pérdida de valores que terminan en la pérdida de fe.
Un machismo, explicaron los obispos, que está relacionado con la violencia doméstica, otro de los problemas de las familias en Latinoamérica, agregó la fuente.
En el sínodo, también se habló de la poligamia como uno de los problemas con que lidian los obispos católicos en África, pero que es difícil de afrontar ya que no se puede obligar al hombre a abandonar a sus mujeres, que quedarían solas en la sociedad.
Durante las sesiones de debate de ayer y de hoy, sobre las que informó el Vaticano, otro de los temas fue el de la crisis económica como causa de fragmentación de las familias.
Para uno de los llamados padres sinodales, como se denominan a aquellos que presentan sus ponencias, las tres grandes amenazas para la familia son "la pobreza, la emigración y la violencia".
Para este participante, la injusticia social y la brecha cada vez mayor entre ricos y pobres son causas por las que la familia acaba disgregándose.
La falta de oportunidades empuja a veces a los miembros de una familia a perder sus valores y a caer en la delincuencia y el narcotráfico.
También los obispos latinoamericanos hablaron de cómo la pobreza empuja a muchos a emigrar. A veces se trata de jóvenes y niños que viajan solos y son objeto de violencia.
Entre los participantes de la jornada de hoy estuvieron el arzobispo de Cumaná, en Venezuela, Diego Padrón Sánchez; el obispo de Juigalpa (Nicaragua), Socrates René Sándigo; el arzobispo de Quito, Fausto Gabriel Trávez, y el arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Maradiaga.DE EFE
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