El anuncio de la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, de instalar en República Dominicana una oficina para coordinar la ayuda a la Policía Nacional de Haití ha encendido las alarmas en el país por las implicaciones de esta iniciativa en la sensible relación entre las dos naciones que comparten la isla de Santo Domingo.
El gobierno dominicano fue el primero en rechazar las pretensiones de Canadá. El propio Canciller, Roberto Álvarez, negó que esa propuesta haya sido discutida o que se haya otorgado algún permiso.
Álvarez aseguró que el gobierno dominicano "no ha discutido, acordado o concedido autorización alguna para la instalación en nuestro territorio de una oficina para coordinar apoyo a la Policía Nacional Haitiana".
El gobierno también manifestó su rechazo a través del portavoz de la Presidencia, Homero Figueroa, quien emitió un mensaje de repudio de la iniciativa canadiense en su calidad de "vocero del presidente Luis Abinader".
"Como vocero del presidente Luis Abinader, y como afirmara el Canciller, nuestro país no ha aceptado ni aceptará en el futuro ninguna iniciativa que afecte la soberanía dominicana. Nuestra política con respecto al tema se mantiene invariable", sostuvo el funcionario.
Más adelante, enfatizó que, "por razones históricas, República Dominicana no puede participar en ninguna iniciativa que la comprometa en realizar acciones directas en Haití". Abogó por la participación de la comunidad internacional en una solución definitiva a la crisis de Haití.
Aunque República Dominicana ha suplicado la ayuda internacional para su vecino, el politólogo e internacionalista, Juan José Martínez Morales, entiende que al país no le conviene que funcione aquí una oficina de acopio de la ayuda para Haití porque "se estaría involucrando de una manera más directa en aspectos sensibles de la cuestión migratoria, que es la variable más complicada en las relaciones bilaterales domínico-haitianas".
Advierte que, "bajo ninguna circunstancia, ni en términos jurídicos ni legales, desde el punto de vista del derecho internacional, un estado puede instalar una oficina en otro estado sin la anuencia del estado donde se pretende instalarla" Rechazo
El Instituto Duartiano, la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y la Fundación de Militares Constitucionalistas también se opusieron a la instalación de una oficina del gobierno de Canadá en territorio dominicano.
Los presidentes del Instituto Duartiano, Wilson Gómez, y de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, Juan Pablo Uribe, dijeron que cualquier solución a los problemas haitianos deben hacerse directamente en ese país.
"Rechazamos de manera enérgica y categórica esa pretensión de Canadá, es absolutamente inaceptable que ellos se propongan utilizar a la República Dominicana para procurar solución al problema haitiano. Hemos sido oportunos y muy categóricos en que hay que procurar una salida al problema haitiano en Haití, que la República Dominicana no puede involucrarse en eso", sostuvo Gómez.
Afirmó que así se vulneraría la soberanía nacional. "La soberanía nacional está por encima de cualquier interés particular. La soberanía nacional es el alma de la patria, y la integridad territorial es la garantía de la seguridad de los dominicanos en esta parte oriental de la isla", dijo Uribe.
De su lado, Andrés Fortunato, presidente de la Fundación de Militares Constitucionalistas, expresó: "Nosotros rechazamos el intento de los canadienses de que aquí haya una oficina que tenga que ver con situaciones de Haití".
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