El río Ozama encabeza la lista de los ríos más contaminantes y está también entre los responsables del 85% de los plásticos que llegan a los océanos.
El Interceptor se mantiene activo en el río Ozama desde hace dos años y medio.Desde la Dirección General de Dragas, Presas y Balizamiento no se podía apreciar El Interceptor 004, la embarcación que está sirviendo como “camión de la basura acuático” en el río Ozama, donado por los Países Bajos. Desde ese punto, una yola con permisos especiales conducía hasta el aparato, que se encuentra anclado justo en el extremo derecho del barrio Domingo Savio, compuesto por La Ciénaga y Los Guandules, del Distrito Nacional. Bajo el candente sol del mediodía, un equipo de reporteros de LISTÍN DIARIO, acompañado de Germán Bello Peralta, encargado de operaciones del interceptor por parte de The Ocean Cleanup, miembros del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Armada Dominicana, zarpó para indagar sobre los avances del proyecto, luego de que hace unas semanas se presenciara en la playa de Montesinos una gran cantidad de desechos plásticos que bajaron del río.
El recorrido duró un poco más de 20 minutos. El bote salió rodeado de lilas desde el muelle de dragas y cruzó tres de los cuatro puentes que están sobre el río: el puente Ramón Matías Mella o de las Bicicletas, el Francisco del Rosario Sánchez y el Flotante. Al salir por debajo de este último, a primera vista fue observado El Interceptor.
Al pisar la embarcación con forma de catamarán se sentía el hedor de los desechos recolectados. Los seis gigantescos contenedores estaban casi a su máxima capacidad (resisten 1.5 toneladas). Bello la puso en marcha. Cuando se pensaba que la máquina iba a emitir algún ruido, comenzó a operar de forma silente y así se mantuvo durante el tiempo de permanencia, esto debido a que emplea mecanismos alimentados por energía solar.
Tras casi dos años y medio después de empezar a operar, el Interceptor 004 ha recolectado 220 toneladas de residuos sólidos del río Ozama, reveló en reunión con LISTÍN DIARIO Rosa Rijo, quien forma parte del Viceministerio de Desarrollo Social del Ministerio de la Presidencia.
Aunque inició con retraso debido a que fue removido por el huracán María en 2020, según explicó Rijo, la embarcación se ha mantenido en funcionamiento.
“Lo que pasa es que muchas personas lo ven y piensan que no está funcionando, porque lo ven parado. Realmente es una embarcación estática, que trabaja paulatinamente. La basura, los residuos, las lilas vienen bajando desde el río Isabela hacia el Ozama, ese es el trayecto. Entonces lo que hace El Interceptor es interceptar esa basura, esos residuos que van bajando y los sube a través de una cadena, a unos contenedores, que después se llevan al puerto que se hizo en la Dirección de Dragas y se disponen en el vertedero de Duquesa”, explicó Rijo.
Bello expuso que un personal de la Armada lo opera técnicamente y está dividido en dos horarios e integrado por seis trabajadores. Su puesta en marcha depende de una alianza que firmaron el Ministerio de la Presidencia, The Ocean Cleanup y el PNUD.
“Dijimos estos son de esos desafíos de desarrollo que son complejos, que no tienen una sola causa ni una sola solución y donde hasta la fecha lo que se había abordado no había sido suficiente. Dijimos si lo vamos a hacer tiene que ser por una alianza porque trasciende gobierno nacional, local, sector privado y sociedad civil”, precisó María Eugenia Morales, oficial de Sostenibilidad y Resiliencia del PNUD en el encuentro con LISTÍN DIARIO.
Es solo una pieza El río Ozama encabeza la lista de los ríos más contaminantes. “En el mar Caribe, el Ozama está dentro de los mil ríos del mundo que son responsables del 85% de los plásticos en los océanos”, reveló Morales.
Al aportar este dato, Rijo aclaró que El Interceptor es solo una pieza para todo el engranaje que tiene que hacerse. Lo definió como “la punta de lanza” para llamar la atención a toda la comunidad nacional e incluso internacional.
“El Interceptor no va a resolver el problema, es una pieza de la solución y eso hay que tenerlo bien claro, porque la gente crea que eso viene a limpiar el río, y realmente viene a contribuir con esa reducción de contaminación”, expresó.
De su lado, Morales indicó que el sueño sería que El Interceptor no fuese necesario, pero que “para que eso pueda suceder todos los que tenemos que ver con esta cadena de residuos tenemos que aportar nuestra cuota de responsabilidad”, a la vez de indicar que de la zona más elegante y bonita del centro de la ciudad, todo llega al río.
Al cuestionarle a Rijo sobre impacto que ha generado este aparato colocado en el Ozama y si se pueden empezar a notar cambios, dijo que será un proceso a largo plazo.
“El resultado no se va a ver inmediato, se va a ver en unos años, no es algo que te puedo decir del año pasado este año… porque el río tiene una contaminación directa”, respondió, tras explicar que no solamente se está hablando de plásticos, sino de la mayor contaminación del río, que son las aguas residuales y sin tratamiento.
“La cantidad de residuos que tenemos de plástico es grande, pero las lilas sobrepasan totalmente y las lilas se producen por la contaminación del agua… el plástico es un residuo que puede recolectarse, pero ¿cómo recolecto algo que se disolvió en el agua?”, expresó.
Mientras Morales indicó que, por ejemplo, en la etapa de preparación de El Interceptor no se sabía de qué estaba compuesta la basura que recogía y The Ocean Cleanup junto con la academia de la Armada, han realizado varios estudios de muestreo que miden el peso de los desechos en kilogramos.
Datos preliminares de muestreo del río Ozama sugieren que por cada 6000 kilogramos de desechos extraídos por El Interceptor, 720 son plásticos (que representan aproximadamente el 12%). Sin embargo, al referirse a pesos secos (cuando los desechos están secos y cuando los jacintos de agua recogidos no están mojados), el porcentaje de plástico es mayor.
La composición de los desechos presentes en esta zona depende de la estacionalidad, las actividades aguas arriba y el valor del material en la economía local. La composición del material extraído incluye jacintos de agua invasivos, desechos no plásticos como vidrio o metal, plásticos, otros materiales orgánicos y agua que ha sido absorbida.
Por su parte, Bello dijo que estudiantes del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) están trabajando desde el río, haciendo muestreos de los residuos y con cámaras de inteligencia artificial que están generando información todo el tiempo. “Hay cuatro proyectos de investigación de doctorados que más adelante, sus conclusiones saldrán a la luz pública”, añadió.
¿Qué pasó en la playa de Montesinos?
El Interceptor 004 tuvo que ser removido debido a que la gran cantidad de lilas y residuos podían afectar la embarcación tras las lluvias registradas a finales de mayo.
Por las lluvias, un cúmulo de desechos sólidos arropó la playa de Montesinos, sin que el interceptor pudiera hacer nada.
“Tiene un proceso de recolección pasivo. No es en cantidad e incluso cuando viene esa cantidad, hay que retirarlo porque puede afectar la embarcación que ya tiene unos parámetros. El puente Flotante, llega un momento que hay que abrirlo porque es tanta la cantidad de residuos que le hace presión al puente”, explicó Rijo.
Explicó que se debe interceptar antes. “Cuando es natural hay que dejar que pase, lamentablemente, y mantenernos con el día a día, recolectando”, manifestó.
Sin embargo, dijo que el Ministerio de Medio Ambiente colaboró con un operativo junto a la Armada, con pequeñas embarcaciones para liberar espacio y que el río pudiera tener su corriente natural.
La población apoya
Dijeron que la población a orillas del río poco a poco contribuye. “Hay muchas organizaciones civiles, en la comunidad, que están dispuestas a trabajar hacia ese foco”, de acuerdo con Rijo.
Cómo trabaja
El Interceptor 004 fue el tercero en el mundo y el primero en Latinoamérica. El del país es peculiar debido a que se le han hecho mejoras para adaptarlo a la realidad. Una de esas mejoras fue la implementación de una barrera más larga, lo que ha aumentado la capacidad de captura y recolección de los desechos (24 toneladas de desechos por mes).
Bello, quien es el encargado de operaciones, explicó que El Interceptor capta los desechos del río que fluyen con la corriente y los guía por la barrera hacia una abertura. Con el diseño catamarán, se optimiza el flujo de agua para que pase a través del sistema, llevando el plástico hacia la cinta transportadora, que extrae continuamente los desechos del agua y los entrega a un vehículo de transporte.
El vehículo de transporte distribuye automáticamente los desechos en contenedores. “Utilizando datos de sensores, los contenedores se llenan de manera equitativa hasta alcanzar su capacidad máxima”, dijo.
Cuando El Interceptor está casi lleno, les notifica automáticamente a los operadores para que vayan a recoger los desechos. Los operadores luego retiran la barcaza, la llevan a la orilla del río, vacían los contenedores, envían los desechos a las instalaciones locales de gestión de residuos y devuelven la barcaza a El Interceptor.
La embarcación puede almacenar hasta 50 metros cúbicos de basura antes de necesitar ser vaciada. Esto significa que puede operar incluso en los ríos más contaminados de todo el mundo.
Rescate Ozama
Próximamente, será lanzada la plataforma “Rescate Ozama”, que conectará iniciativas de diversos sectores del país para llevar acciones concretas en pro del río.
Los manejadores de El Interceptor indicaron que con la plataforma se estarán explorando alternativas sostenibles para desviar los desechos de los vertederos.
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